Un joven de 24 años que se matriculó en un curso de marinero-pescador sufrió el miércoles un ataque epiléptico cuando se encontraba en clase, en el Instituto de Formación en Acuicultura de A Illa. El alumno, que según dijo un compañero suyo sufre ataques frecuentes y ya se encuentra por ello bajo tratamiento, empezó a sufrir convulsiones, cayó al suelo y llegó a registrar una parada cardíaca. Entre los 22 asistentes al curso había dos que son miembros de la agrupación local de Protección Civil de Vilagarcía, con conocimientos sanitarios y experiencia en la reanimación de pacientes con infartos o paradas cardiorrespiratorias. Entre ellos, el monitor del curso y los demás alumnos consiguieron reanimar a la víctima y mantenerla estabilizada mientras llegaba la ambulancia.
Ángel Oubiña es uno de los miembros de Protección Civil de Vilagarcía que estuvo presente. Sin ánimo de protagonismo alguno, asegura que fue un trabajo en grupo. «O profesor atendeuno enseguida, e todos estivemos pendentes del. Mentras uns o reanimaban outro chamaba á ambulancia, outro abría a ventana; cada un colaborou e fixo o que puido».
Pero hubo otras circunstancias que favorecieron la rápida llegada de la víctima al hospital. Porque mientras en el aula ocurría la emergencia, la ambulancia de Protección Civil de Vilagarcía entraba en la localidad para atender otra llamada. El 061 llamó para preguntarles cuánto tardarían en recoger a un médico en el PAC de Cambados y trasladarlo al Igafa. Entre la ida y la vuelta iba a ser más de un cuarto de hora, así que, ante la gravedad del caso, se decidió que la ambulancia fuera directamente al Igafa para recoger a la víctima.
Así fue; y como su estado era realmente grave, se pidió la colaboración de la Policía Local de A Illa, que le fue abriendo paso al vehículo sanitario hasta la salida del puente para que no se encontrase con tráfico. Por el camino informaron también de lo ocurrido a Vilagarcía, y fue una patrulla de la Policía Nacional la que acompañó a la ambulancia en lo que quedaba de camino hasta el hospital. Los médicos ya esperaban al paciente y lo estabilizaron hasta su posterior traslado a la unidad de cuidados intensivos de Pontevedra, donde ayer todavía se recuperaba.
La ambulancia
Dani Agrelo, de la directiva de Protección Civil de Vilagarcía, destacó ayer la importancia de la rápida actuación en el caso y de la buena coordinación entre todos los agentes implicados para salvarle la vida a la víctima. Ángel Oubiña, que también forma parte del grupo de emergencias de Vilagarcía, quiso matizar que «aquí non hai héroes, foi unha emerxencia como outra calquera, un traballo de todos, e agora o que nos preocupa é que se recupere».
Agrelo aprovechó la ocasión para insistir en la falta que hace en la comarca la ambulancia de Protección Civil de Vilagarcía que pronto tendrá que dejar de circular porque tiene demasiados años y ya no se le va a renovar el permiso como transporte sanitario. La agrupación de voluntarios quiere sustituirla por una nueva, pero carecen de ayudas. Dani Agrelo subraya que si el 061 los llamó a ellos para atender al joven en A Illa fue porque las demás ambulancias estaban ocupados con otros traslados. «A todo eso se sumó la suerte de que el vehículo estuviese tan cerca», subrayó el secretario de la agrupación.