En la mañana de ayer empezaron las labores de descarga de las 350 toneladas de atún a bordo del Bermeotarrak , el buque que lleva amarrado en el puerto de Vilagarcía desde el 31 de enero por una orden de embargo. Las labores de descarga se alargarán hasta el próximo martes, y el destino de la mercancía es una filial de la firma Escurís.
El buque atracó en el puerto por razones de seguridad después de permanecer dos semanas fondeado en la ría. La mayoría de la tripulación, de origen africano, abandonó el barco con destino a sus países de origen después de cobrar los sueldos que les adeudaban. Ya solo quedan en el barco dos africanos y la tripulación de origen español, que esperan percibir parte de los salarios que les adeuda la armadora con los ingresos procedentes de la venta de la mercancía.
El barco seguirá en la ría
Lo que no se sabe de momento es cuándo podrá el barco abandonar el puerto de Vilagarcía. Es cierto que la casa armadora se lo quiere llevar al País Vasco y venderlo para hacer frente a las deudas y los embargos que tiene pendientes, pero deberán ser los juzgados los que lo autoricen.
La situación en la que se encuentra el Bermeotarrak , con deudas que alcanzan los 400.0000 euros, tiene que ver en gran medida con la crisis de Alfageme, que le debe dos millones de euros a la firma vasca.