Diversión y sentimientos en un auditorio con vistas a Central Park

La Voz

AROUSA

02 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El auditorio de Vilagarcía se abrió el domingo a una hermosa vista de Central Park. Lo hizo para escenificar una adaptación de la obra teatral Adulterios , escrita por Woody Allen. El texto, innegablemente, lleva su sello. Ironía y sentimientos se dan cita a partes iguales en esta pieza que habla, por encima de todo, de las pasiones humanas.

Sobre el escenario, dos estupendas María Barranco y Miriam Díaz-Aroca, quien sin duda habrá sorprendido a más de uno con su simpático -quizás algo exagerado, pensarán algunos- papel de adúltera ingenua. Todo comienza cuando la prestigiosa psicoterapeuta Phyllys (María Barranco) descubre que su marido la engaña y que la dejará por otra. En su apartamento de Central Park descubre que la amante de su marido no es otra que su amiga Carol (Miriam Díaz-Aroca).

La historia no parece para reírse, pero es inevitable que el público sonría, y se carcajee a veces, con este enredo en el que al final los que engañan acaban siendo engañados. Una casi caída de Miriam Díaz-Aroca con torcedura de tacones incluida se convierte en uno de los momentos que mejor prende en la retina de los espectadores.

Además de las dos protagonistas, otros tres actores -los dos maridos y la tercera en discordia- se suben al escenario durante la representación. Son Fermí Herrero, el esposo engañado, Fernando Acaso, el esposo adúltero, y Paloma Bloyd. El espectáculo está dirigido por la también actriz Verónica Forqué, en la que ha supuesto su segunda incursión en la dirección teatral con esta pieza de Woody Allen en versión de Nacho Artime.

Al final, la hora y veinte que aproximadamente dura este trabajo, que se desarrolla en un solo acto, se hace corta. Y quizás esta sea una de las mejores cosas que se pueden decir de cualquier espectáculo, que no invita al público a mirar el reloj.

Lo peor, también hay que decirlo, los espectadores que todavía no saben que hay que apagar los móviles en cuanto comienza la función. Por tres o cuatro ocasiones la trama se desarrolló acompañada de algún molesto soniquete telefónico.

Por lo demás, como suele ocurrir con la programación cultural que diseñan Caixanova y el Concello de Vilagarcía, la función del domingo resultó un éxito de público. Las zonas A y B se llenaron por completo y tan solo quedaron vacantes algunas butacas de la zona más alta del patio de butacas del auditorio vilagarciano.