Entre la espada y la pared
Pero los que se encuentran en una situación más comprometida ni siquiera son los que directamente se van a la calle, sino aquellos a los que la empresa les ofreció seguir contratados por Eulen pero para encargarse, nada más, del servicio de información. Eso significa menos trabajo a repartir entre más personal, por lo que de una jornada laboral de 34 horas y un sueldo en torno a los 600 euros pasarán a trabajar 17 horas por la mitad de dinero. Y además, con unos turnos que ni les permitirá conciliar su vida personal con el trabajo ni tampoco hacerlo compatible con otro empleo. Y si lo rechazan, perderán derecho a cualquier tipo de indemnización.
En cita previa llegó a haber diez trabajadores, aunque en la actualidad eran solo ocho, más un coordinador. Algunos llevaban desempeñando esa función desde que abrió el hospital, y ahora perderán su empleo o limitarán su trabajo a información. El contrato con Eulen era para cita previa, información y atención telefónica, pero ahora el centro gestionará directamente la cita previa, mientras que los otros dos seguirán en manos de la empresa privada, lo que critican trabajadores y sindicatos, que demandaban la internalización de todos los servicios.