El personal de cita previa del hospital demandará al Sergas y a Eulen

AROUSA

30 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El desconcierto es la sensación que prima hoy en día en el servicio de cita previa del Hospital do Salnés. Después de que las trabajadoras contratadas por Eulen para atender a los ciudadanos -ya sea para darles información o consulta-, reclamaran durante años la internalización de ese servicio, ahora ven cómo esa misma reivindicación se les vuelve en contra y pueden quedarse en la calle, porque la gerencia del hospital ha tenido en cuenta esa reclamación y ya no renovará el contrato con Eulen, pero no mantendrá el personal actual, sino que contratará a aspirantes apuntados en las listas del Sergas.

Por eso, y aunque sus contratos no finalizan hasta el día 31, la mayoría de los afectados tienen pensado demandar tanto a la empresa a la que pertenecen como a la administración pública. Igual que en su día se les reconoció el derecho a un contrato indefinido, porque su labor está ligada al hospital y tiene la misma continuidad que la asistencia sanitaria, ahora reclamarán ante los tribunales que el cese de su actividad sea declarado como despido nulo.

Argumentarán, por una parte, la continuidad de la labor que estaban realizando, y por otra, su vinculación con el hospital, ya que cualquier aspecto relacionado con su trabajo dependía de la actividad sanitaria, mientras que con la empresa que los contrata no les unía más que una vinculación laboral que, en la práctica, se limitaba a establecer el calendario de trabajo y pagar las nóminas. Cuentan con antecedentes que les permiten pensar que los tribunales les darán la razón, como es el caso de Tragsa y el Intemac, donde a los trabajadores se les reconoció su vinculación laboral con la administración.

Entre la espada y la pared

Pero los que se encuentran en una situación más comprometida ni siquiera son los que directamente se van a la calle, sino aquellos a los que la empresa les ofreció seguir contratados por Eulen pero para encargarse, nada más, del servicio de información. Eso significa menos trabajo a repartir entre más personal, por lo que de una jornada laboral de 34 horas y un sueldo en torno a los 600 euros pasarán a trabajar 17 horas por la mitad de dinero. Y además, con unos turnos que ni les permitirá conciliar su vida personal con el trabajo ni tampoco hacerlo compatible con otro empleo. Y si lo rechazan, perderán derecho a cualquier tipo de indemnización.

En cita previa llegó a haber diez trabajadores, aunque en la actualidad eran solo ocho, más un coordinador. Algunos llevaban desempeñando esa función desde que abrió el hospital, y ahora perderán su empleo o limitarán su trabajo a información. El contrato con Eulen era para cita previa, información y atención telefónica, pero ahora el centro gestionará directamente la cita previa, mientras que los otros dos seguirán en manos de la empresa privada, lo que critican trabajadores y sindicatos, que demandaban la internalización de todos los servicios.

El contrato con Eulen finalizaba el 31 de diciembre, y se le renovó solo por un mes más, para recuperar el centro la gestión de la cita previa. En los últimos días ya se contrató a cinco auxiliares administrativos de las listas del Sergas para hacerse cargo de esa labor. Los antiguos trabajadores, o se irán a la calle, o se limitarán a información, con reducción de horario y sueldo.