Desperdicios y escombros degradan la antigua cantera de Castroagudín

AROUSA

Cualquier intervención que modifique el entorno tendría que haber sido autorizada por el Concello

22 ene 2010 . Actualizado a las 10:54 h.

No alcanza el volumen lamentable del vertedero ilegal de Berdón, pero su envergadura tampoco es despreciable. A Castroagudín le cabe el dudoso honor de albergar uno de los dos mayores vertederos ilegales de basura que hoy por hoy soporta Vilagarcía. En este caso, los desperdicios se acumulan en el entorno de una antigua cantera, abandonada hace años, que de ser recuperada ofrecería a los vilagarcianos un espacio de enorme potencial ubicado a muy escasa distancia del embalse y la estación hidrobiológica.

Hacia la cantera fluyen abundantes aguas de escorrentía desde las alturas del monte Xiabre. Un fenómeno que ha generado una laguna artificial que mantiene un nivel aceptable incluso en las épocas más secas del año. Y, aunque sus dimensiones son menores que las de Pedras Miúdas, en Catoira, un primer vistazo basta para convencerse de que se trata de un lugar altamente aprovechable, por el que incluso ha mostrado su interés el departamento municipal de Xestión do Territorio.

Lo malo es que, de unos meses a esta parte, los residuos que ya ensuciaban la cantera en cantidades poco recomendables han aumentado su volumen y variedad. A los neumáticos, cocinas, televisores y mobiliario se unen ahora desperdicios tan comunes como botellas de cerveza vacías o patatas en fermentación, cuya presencia en el monte clama al cielo y ofende las pituitarias más encallecidas. Se pueden rastrear también ciertos detalles de putrefacta ternura, puesto que algún basurero aficionado ha sentado en un sofacito dos peluches que se arruinan juntos mohosa y plácidamente. Las novedades no acaban ahí, puesto que a diferencia de lo que acontecía hace tiempo, en las orillas de la laguna se amontonan tierra, piedras, grava y asfalto que proponen un origen de obra más o menos pública para este material.

Una intervención semejante precisaría autorización municipal, pero en Ravella no existe constancia sobre ella.