El PP conseguiría la mayoría absoluta en Vilagarcía con los resultados de las europeas

AROUSA

09 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Segundo aviso consecutivo acerca de un cambio de ciclo electoral en Vilagarcía. Los comicios europeos acaban de confirmar la ruptura del camino alcista que el PSOE describía en la capital arousana en los últimos tiempos. Los conservadores habían recuperado ya la condición de primera fuerza política de la ciudad en las autonómicas del 1-M. Ahora, con los resultados del domingo, dan un paso cualitativo importantísimo. Si los datos se proyectasen hacia la corporación municipal, el PP habría logrado la mayoría absoluta, con 11 concejales, mientras que los socialistas firmarían 9 representantes y el BNG apenas mantendría 1 edil. Esquerda Unida ni siquiera superaría el umbral del 3% de los votos emitidos. Sin duda, gasolina de alto octanaje para los populares, que dentro de dos años darán la batalla para ganar la tercera alcaldía de la provincia, que perdieron a manos del socialista Javier Gago en 1991.

La principal objeción que puede plantearse ante este tipo de cálculos reside en el diferente comportamiento del electorado en función del tipo de comicios a los que se enfrente. Es cierto que la correlación de fuerzas en la izquierda con toda probabilidad será muy diferente, teniendo en cuenta la importante presencia de Esquerda Unida en el Concello vilagarciano. No obstante, el verdadero interés de esta transposición reside en comprobar lo que está sucediendo en el margen derecho del espectro político. El PP parece, definitivamente, capaz de concentrar todo el voto conservador, gracias a los puentes que a lo largo de los últimos meses está tendiendo hacia los independientes de José Luis Rivera. No se consuela quien no quiere, pero conviene reparar en que, con un porcentaje de abstención muy parecido (el domingo fue en Vilagarcía del 54,6%, 1,3 puntos más que en el 2004), el PSOE sí fue capaz de vencer en la capital arousana hace cinco años.

Los conservadores vilagarcianos crecen mucho, casi 7 puntos de voto, mientras que el PSOE cede 2 y el BNG sufre una verdadera sangría, dejándose por el camino 5. En resumidas cuentas, el PP captura papeletas tanto en el caladero socialista como en el nacionalista.

En cuanto al conjunto de la comarca, los conservadores experimentan un ascenso similar al registrado en Vilagarcía, de casi 7 puntos, que los sitúa en un nivel de respaldo del 52,8%, por encima del cosechado en las dos anteriores citas con las urnas europeas. Hay casos en los que, verdaderamente, la capacidad del PP parece no tener techo. En Vilanova, por ejemplo, se ha hecho con el 70,5% de los sufragios.

El PSOE, en cambio, tiene materia para estudiar desde una perspectiva más amplia. Pierde casi 3 puntos en O Salnés con respecto al 2004. Claro que, observando lo ocurrido diez años antes, en 1999, los socialistas crecen alrededor de 9 puntos.

Pocos paliativos similares puede encontrar el BNG. En 1999, con Camilo Nogueira y sin formar coalición con nadie, los nacionalistas gallegos fueron capaces de atraer el 20,9% de las papeletas emitidas en O Salnés. Uno de cada cinco votantes se decidió entonces por el Bloque. El panorama se oscureció en el 2004, con la pérdida de 7 puntos. Aquella cosecha, un 13,7%, ha caído otra vez, hasta el 8,4%, apenas 3.700 votos de un total de 43.932. En diez años, el BNG ha perdido el 60% del apoyo que había logrado en las europeas.