El primer cabodano de una persona siempre es especial. El primer año sin un ser querido siempre es el más difícil. Estos días se cumple un año de la repentina muerte de Tino Abad Sabarís , vilagarciano, hostelero, futbolero, currante y buena gente enfermizo, con una sonrisa perpetua pegada a su rostro. Lo normal en estos casos es que tu familia y tus amigos te den unas misas y recuerden tus andazas en la intimidad, pero los Abad son simplemente distintos. Obligaciones religiosas al margen, el cabodano fue de todo menos triste. Primero, familia y amigos más íntimos se fueron de cena y después, con retraso sobre el horario previsto, se abrieron las puertas del pub A Musaraña , en el que tanto curró Tino, y la barra se hizo libre bajo el lema «Esta ronda es mía» puesta en una foto de Tino. Y es que no hay mejor manera de recordar a alguien que ante todo y sobre todo fue alegre y feliz que con alegría y felicidad. Gracias Tino, por haberte conocido y por la ronda que pagaste, que seguro que no será la última.
A pesar de que en los partidos de fútbol el dato más importante suele ser el del resultado final, en este caso, el 5-0 en contra no lo es. De hecho, ayer, en el campo de San Martín de Vilaxoán lo que se disputaba entre el equipo Pescados y Mariscos Hucha y el de Cáritas Arousa era mucho más que un triunfo. Lo que se perseguía era la integración social de los inmigrantes y eso sí que se logró. Al acto acudieron curiosos y personalidades. Estuvo Javier Gago, Dolores García y Alejandro Quintela, el presidente de Cáritas. Era la primera toma de contacto de este equipo recién formado pero visto lo visto, aunque sí es cierto que falta entrenamiento y cohesión, el bloque que han formado tiene buena pinta y dará mucho de qué hablar en el futuro.