«O goberno do Grove vai liderar esa reivindicación», aseguraba ayer Mascato. Y una de las cosas que harán para lograr su objetivo es hablar con la cofradía para que esta entidad «entenda a importancia desta frota e sexan colaboradores necesarios» para conseguir hacerle un hueco a la medida de sus necesidades. Una flota formada por barcos que se encuentran en la mayor parte de los casos en situaciones de alegalidad, enfrentándose a problemas de difícil solución.
A la espera de que se constituya la comisión para encontrar un lugar adecuado para estas embarcaciones, en O Grove ya tienen claro cuál será el lugar que deberían ocupar. Se trata de la punta del muelle pesquero, un lugar en el que esta colección de lujo se convertiría en un atractivo indiscutible para vecinos y visitantes, además de en un tesoro etnográfico y cultural de primera magnitud. De ahí, señala Mascato, la necesidad de que todo O Grove se muestre sensible a las demandas de las empresas que sustentan lo que puede ser un gran museo flotante.