La federación de mulleres rurais y el Concello ponen en marcha el banco de tiempo de Vilagarcía

La Voz

AROUSA

19 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Buscar formas organizadas para encauzar las habilidades y servicios que, voluntariamente y sin entrar en el ámbito de la competencia profesional, cada uno puede prestar a sus vecinos. Desde acompañar a una persona al médico a enseñar a cocinar, leer un libro a un enfermo, acompañar a un niño a realizar alguna tarea o resolver una pequeña chapuza doméstica. El corpus de actividades susceptibles de engrosar el banco de tiempo que ayer se puso en marcha en Vilagarcía es prácticamente infinito.

Es la federación de asociaciones de mulleres rurais Mestura la que gestiona el proyecto, con el tutelaje del Concello y la concejalía de Muller que dirige Victoria Hierro. El protocolo que ayer firmaron la alcaldesa, Dolores García, y la presidenta de Mestura, Dolores Carballo, permite que cualquier persona que tenga algún tiempo disponible y quiera echar una mano a quien necesite de sus conocimientos o capacidades encauce este impulso.

Teléfono y base de datos

Participar es sencillo. La organización contará con una base de datos en la que figurarán las fichas personales de los cooperantes y los resultados de una entrevista personal, junto a las áreas o actividades concretas que el colaborador quiera plantear. El número de contacto es el 650 489 815. Esta labor de coordinación se llevará a cabo, por otra parte, desde la sede de Mestura, ubicada en el número 13 de la calle Castelao. A partir de ahora, una persona atenderá todo lo relacionado con el banco de tiempo en horario de tarde, entre las cuatro y media y las ocho. El esquema se completará en breve con la edición de una página web propia.

La experiencia funciona ya en países como Francia y en varias ciudades españolas y gallegas. En realidad, se trata de activar y dar forma a las redes sociales informales que siempre han funcionado como respaldo mutuo y son especialmente intensas en los pequeños núcleos de población. Hay, eso sí, una constante que trasciende fronteras: la baja participación de los hombres en este tipo de iniciativas. Así que el mensaje de Mestura es claro: menos taberna y menos fútbol, y mayor cooperación.