La mesa redonda en Rubiáns puso de manifiesto tres cosas: por un lado, la crisis que se vive dentro del bipartito y que se hizo pública con el apoyo del BNG a la propuesta de IU para celebrar un pleno extraordinario en el que debatir el reparto del dinero de ese fondo. Por otro, que los vecinos de Rubiáns, o al menos el presidente de la asociación vecinal, se fía más de unos que de otros dentro del grupo de gobierno, ya que reconoció que al menos Manuel Cuervo nunca le había fallado a la parroquia. Y por último, se constató que los vecinos están realmente molestos, y que con sus movilizaciones y las firmas entregadas en el Concello pusieron contra las cuerdas al gobierno local.
Será en la celebración del pleno extraordinario donde se resuelva la incógnita, pero todo parece indicar que los vecinos de Rubiáns se saldrán con la suya, ya que tanto Ivil como el BNG, IU y PP manifestaron su apoyo a la petición. Marcelino Abuin fue consciente de hacia dónde iban los tiros y por eso, en sus últimas intervenciones, ya empezó a ceder y a decir que la obra del parque público podría finalmente incluirse en los fondos anticrisis intercambiándola por otra. La última palabra la dirá en el pleno la oposición. Y también el BNG.