La cubierta es de teca y el casco es de madera en caoba, que dota al casco de una gran firmeza. La quilla llevará un lastre de unos 800 kilogramos. Monta un motor de eje central de 33 caballos y sobre la cubierta se incluye una embarcación auxiliar neumática con motor. En la parte eléctrico, esta dorna también incorpora la última tecnología.
Tradición y modernidad
Sus promotores destacan el hecho de que Sara constituye una fuerte apuesta por introducir la belleza ancestral de las embarcaciones tradicionales de Galicia en el mercado de ocio. Se construye sin ayudas institucionales «a pesar de que puede, sin duda, significar el relanzamiento de las carpinterías de ribera con producto esencial y formalmente gallego». Una industria, la carpintería de ribera, que ahora trata de relanzar la Xunta para promover la flota de madera.