«No hemos logrado concienciar a la sociedad del riesgo de la obesidad, y menos a los políticos»
AROUSA
Con una base genética predeterminada y pocos y caros fármacos en el mercado -solo hay dos y no entran en la Seguridad Social- el futuro para acabar con la obesidad no parece muy halagüeño. Pese a todo, el doctor Casanueva cree que hay esperanza.
-La obesidad tiene un base genética, pero, sin duda, el componente fundamental es el entorno. Si fuésemos capaces de cambiar los hábitos de vida podríamos controlar la obesidad. Hay esperanza, pero vemos que la posibilidad de cambiar los hábitos de vida es muy difícil.
-¿Qué nos queda?
-La educación es fundamental, tenemos el ejemplo del tabaco. Al final, la fuerza de voluntad del fumador hace que pueda dejar de fumar, pero no hay ninguna duda de que la educación y las prohibiciones han ayudado mucho. Todo parte de una conciencia individual de que algo que se está haciendo es nocivo para la salud, y de una conciencia política, para ayudar a prevenir. Necesitamos un compromiso por parte las autoridades sanitarias para abordar la financiación, para que crean que la obesidad es una enfermedad realmente. Cuando uno les explica que la obesidad se asocia con diabetes tipo 2 empiezan a darse cuenta el peligro que viene. Todavía no hemos logrado concienciar a la sociedad del riesgo de la obesidad y mucho menos a los políticos. Lo que sí podemos y debemos es cambiar el estilo de vida de nuestros hijos. Si ellos no se acostumbran a tener una alimentación sana y a hacer deporte, de mayores no lo harán. Es en esta inversión donde la sociedad actual se la juega.
-Entre sus consejos entrará, supongo, la famosa dieta mediterránea.
-La dieta mediterránea pero, sobre todo, ser sensato. Aplicar el sentido común e incorporar verduras, legumbres y alimentos de cuchara en la dieta.