La cata de las añadas no sirve para elegir a un único ganador, sino que siguiendo el esquema que se utiliza en otros concursos como los Bacchus, el panel de cata puntúa los albariños y otorga los galardones Colleita de ouro, prata y bronce en función de esas puntuaciones. Con ello se trata de demostrar que son muchos los albariños que, pasados varios años, conservan todas sus propiedades.
En el certamen celebrado en Cambados, una tercera parte de los caldos que se presentaron al concurso obtuvieron una de estas condecoraciones. Entre ellos había caldos de los años 90, que lograron incluso situarse entre los primeros clasificados. Prueba de que cualquier albariño puede convertirse, perfectamente, en un vino para guardar.
Premio especial
La cata de las añadas cuenta, además, con un aliciente especial. Los quince vinos que se sitúen entre los primeros participarán en otro certamen que se celebrará coincidiendo con Madrid Fusión. En esta feria el Instituto de Comercio Exterior y la Unión de Catadores españoles organizarán una cata de reconocimiento de vinos y esta tendrá un apartado especial para los Rías Baixas, cuyos representantes serán los ganadores de la cata de las añadas.