El proyecto para dotar a la comarca de O Salnés de una red que permita la conexión a Internet a través de tecnología wifi y wimax sufrió esta semana su primer revés. La mancomunidad de O Salnés ha recibido un comunicado del Ministerio de Industria en el que informa de que no habrá subvención para estos trabajos. Pero la entidad supramunicipal no se da por vencida. El programa saldrá adelante y, para ello, se llamará a la puerta de la Xunta y de la Diputación.
«Tiñamos catro vías para financiar esta obra e todavía nos quedan outras tres», explicaba ayer el presidente de la mancomunidad, Jorge Domínguez. Tras la negativa del Gobierno central, la entidad supramunicipal recurrirá a la Consellería de Industria que, según Domínguez, dispone de abundantes fondos para iniciativas de este tipo. Si tampoco hay suerte en la Administración autonómica, el regidor llamará a la puerta de la Diputación, quien cuenta con un programa europeo para financiar la mejora de las comunicaciones en la provincia. Y si todo esto falla, O Salnés está dispuesto a pedir un crédito para sacar adelante el proyecto.
La nueva red que prevé instalar la mancomunidad busca, en una primera fase, facilitar el acceso a Internet de alta velocidad en las zonas rurales. No hay que olvidarse que, actualmente, solo los cascos urbanos disponen de conexiones de más de un mega, mientras que en el resto de la comarca existe solamente el ADSL rural. La nueva red ofrecerá, en principio, una velocidad de un mega, que podrá ser aumentada según las necesidades de los hogares o empresas. Para llevar a cabo este proyecto, la entidad supramunicipal precisa entre 2,3 y 2,7 millones de euros.
Coste para el usuario
Los costes que el nuevo servicio de Internet tendrán para los vecinos variarán dependiendo de si existe una administración que financie las obras o no. De hecho, según explicó Jorge Domínguez, el proyecto incluye un estudio de viabilidad que asegura que, si la mancomunidad tuviera que pedir un crédito para financiar las obras, este podría ser amortizado en quince años. Si finalmente se logra inversión para colocar las antenas, los usuarios pagarían por el acceso a Internet alrededor de diez euros. Si hay que solicitar el crédito, la cuota mensual se incrementaría hasta cerca de los veinte euros.