La seguridad vial es cosa de niños

Bea Costa / Maruxa Alfonso redac@lavoz.es

AROUSA

12 feb 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Las concejalías de Educación y Seguridade Cidadá de O Grove, es decir, Noemí Outeda y Fredi Bea , han organizado un programa educativo para que los niños del municipio sepan un poco más de seguridad vial. Una asignatura que no figura en los planes de estudios pero que, no por ello, deja de ser importante para andar por este mundo. ¡Cuántos accidentes se podrían haber evitado con un poco más de formación de peatones y conductores y también con un poco más de concienciación! Para que no falte de lo uno y de lo otro, el Concello va a poner su granito de arena y empezó ayer por los dos cursos del colegio Rosalía de Castro. Como maestra de ceremonias actuó la concejala, que estuvo unos minutos al inicio de la clase para explicar el porqué de esta iniciativa y para animar a los pequeños a seguir al pie de la letra las explicaciones de Juan Carlos , el policía local que ejercerá de profesor en este programa de educación vial. Ayer empezó por el Rosalía y este mes seguirá por Bizocas, por los dos institutos y después por el Valle-Inclán y Conmeniño. A partir de abril, todos deberían saber más sobre cómo moverse por carretera.

El Concello y la policía cambadesa llevan ya tres años impartiendo lecciones de seguridad vial. Pero las clases de este año serán diferentes. Se ha contratado a una empresa que durante las próximas semanas se desplazará por los colegios para explicar cuestiones como cuándo se debe cruzar la carretera, cómo se tiene que circular en bicicleta o por qué debe llevarse el cinturón de seguridad cuando se viaja en un turismo. Vamos, cuestiones que todos deberíamos saber. Consecuencias de los accidentes. La sesión de charlas comenzó en el colegio Antonio Magariños, donde los escolares pudieron conocer de cerca las terribles consecuencias de los accidentes de tráfico. Manuel Portas , el monitor, y Santiago Otero , de la Policía Local, mostraron a los asistentes el estado en el que queda un casco tras una colisión. Con iniciativas así los niños comprenden que eso de circular en moto no es ninguna broma y que más vale protegerse a tiempo, que protagonizar una desgracia. Y es que, al final, todo esto solo busca que cuando nos pongamos al volante demostremos un poco de sentidiño .