El sistema de composteros puesto en marcha en A Illa trataba de «aprovechar la materia orgánica producida en las viviendas». Esos residuos acabarían convertidos en abono mediante su mezcla con materiales como el tojo -el concello isleño reparte esa materia los martes y jueves de 12.00 a 13.00 horas en el almacén de Testos-. De esa forma, además de producir «mantillo que se utilizará en los jardines y cultivos agrícolas» se reducirá considerablemente el volumen de basura que se ha de tirar cada día. Y es que, según los datos incluidos en la memoria del proyecto presentada en 1998, «una familia produce unos 500 kilos de basura biodegradable al año que podrán convertirse en hasta 300 kilos de compost de buena calidad».
Lo cierto es que las ventajas del sistema de compostaje no han sido tan vistosas en A Illa como se esperaba. De hecho, partidos políticos como el BNG acusaron al gobierno socialista de dejar pasar una magnífica oportunidad para rebajar la cantidad de toneladas de basura que el municipio envía a Sogama.
Sea como fuere, el programa de compostaje parece haber cobrado un nuevo impulso. Buena muestra de ello es que varios municipios de la provincia de Ourense -San Cibrao das Viñas, A Rúa y Paderne de Allariz- se han dirigido a la responsable de la concejalía de Medio Ambiente isleña para «solicitar información sobre a instalación de composteiros individuais para poder levar a cabo un programa similar».