Un infartado tiene que pagar las revisiones por falta de cardiólogos

AROUSA

07 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Victorino Sánchez Vázquez, natural de Chantada pero residente en Vilagarcía, estaba el 1 de septiembre en una viña de su propiedad en la Ribeira Sacra cuando le dio un infarto. Lógicamente él en ese momento no sabía lo que le pasaba, simplemente empezó a encontrarse mal y acudió al centro de salud de Chantada. «Mi sorpresa fue que, al ser sábado, no había ni médico de guardia ni ambulancia. Tuvo que esperar una hora a que llegara la doctora, pero como el dolor en el pecho seguía siendo muy fuerte, pidió una ambulancia. Me dijeron que tampoco podía venir, que estaban atendiendo a una persona embriagada, que por lo visto era más urgente que lo mío». Cuando por fin llegó la doctora y lo atendió, le diagnosticó al momento un infarto. «Entonces sí que se apuraron, llegó un helicóptero y me llevaron a Meixoeiro».

Cuando le dieron el alta, le dijero que al mes tenía que pasar un control en cardiología, en el Hospital do Salnés o en Montecelo. Y ahí llegó la segunda sorpresa. Como no hay cardiólogos disponibles, no le dieron vez. «Me dijeron lo que a todos, que ya me llamarían».

Victorino, todavía recupándose del infarto, no las tenía todas consigo, así que optó por ir a una revisión en una clínica privada, y por supuesto, pagarla. «Ya fui dos veces, el 22 de octubre y el 19 de noviembre, y de cada una tuve que pagar 120 euros».

La queja de Victorino Sánchez se suma a la de otros muchos pacientes de la comarca a los que no se les da vez para cardiología por lo que el Servicio Galego de Saúde lleva meses repitiendo, que no hay cardiólogos ni en las listas de espera ni en el paro. Antes se desplazaban hasta el Hospital do Salnés especialistas del complejo hospitalario para realizar las consultas, pero como ahora no tienen personal disponible ni siquiera para atender la demanda en Pontevedra, dejaron de hacerlo. Y los pacientes a la espera, hasta los infartados.