Alrededor de medio millar de embarcaciones de A Illa comenzaron ayer a trabajar en las concesiones de esta cofradía en la zona de O Bao. En unas tres horas, la flotilla arousana recogió los topes marcados y regresó a puerto. Unos topes fijados en seis kilogramos de almeja babosa, dos de fina, otros dos de japónica y tres de berberecho.
La calidad del producto, aseguraba ayer Benigno Chaves, es excelente. Ya se contaba con eso: la zona de O Bao se abre precisamente ahora para aprovechar el tirón que las navidades deberían ir imprimiendo al mercado. Pero ese tirón no se produce. Los precios fueron ayer «máis que frouxos». Especialmente en lo que respecta a la fina y la babosa, las almejas de mayor calidad, cuyas cotizaciones -ayer la san rondó por los ochenta euros- no convencen en absoluto a los mariscadores. Tanto es así, que ayer mismo la cofradía isleña mantenía una reunión para debatir si se interrumpe, o no, la extracción de este bivalvo hasta que las cotizaciones empiecen a levantar.