Advierten sobre el riesgo de una plaga mortal para las palmeras de Vilagarcía

Susana Luaña Louzao
Susana Luaña VILAGARCÍA

AROUSA

Un malagueño asentado en la comarca sospecha que están afectadas por el picudo rojo

24 abr 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

Ralf Schuette-Glasz es un alemán afincado en Málaga que últimamente, desde que compró una casa que está rehabilitando en Bamio, pasa muchas temporadas en Vilagarcía. Aunque nada tiene que ver con su profesión -es cantante de ópera- sabe mucho sobre la plaga que en los últimos años está acabando con los mejores palmerales del Levante español, el picudo rojo, un escarabajo que llegó procedente de Egipto y que se instala en el interior de las palmeras hasta que las seca por completo. Pues bien, Ralf está convencido de que hay ejemplares en Vilagarcía que tienen ya el insecto dentro. No es un experto, pero conoce muy bien los síntomas, y los ha encontrado en las palmeras de la ciudad. En la calle Alexandre Bóveda hay un ejemplar que, a entender del alemán, tiene picudo rojo. «No hay más que mirar la forma de las ramas -explicaba ayer ante el árbol-. No crecen en la parte de arriba, que está seca, y caen en forma de faldón». Hay otros síntomas, como la caída de una especie de ramas pequeñas y secas que es donde crece la larva del insecto y desde donde se desplaza a otros ejemplares. «En el tronco no se nota, pero los insectos labran en su interior galerías y lo secan por completo. Entonces ya no queda más remedio que cortar el árbol, no tiene solución». Ralf está cansado de ver cómo el escarabajo picudo está arrasando con los palmerales en Levante y en el sur español. Conocedor de la plaga por el problema que provocó en su urbanización de Benalmádena, donde tuvieron que arrancar un centenar de palmeras, incluso denunció la situación en un artículo publicado en el Wall Street Journal. Este ciudadano alemán afincando en Málaga y que ahora es también vilagarciano de adopción, se ha dirigido por correo electrónico al Concello de Vilagarcía para que la administración local tome cartas en el asunto y erradique la plaga, si es que ya llegó al municipio. Ralf cree que lo hizo a través de las palmeras plantadas en el puerto y originarias de Elche, una localidad en la que el picudo rojo ya acabó con miles de ejemplares.