?a falta de espacio condenó a Vilagarcía a perder una de las rutas clásicas de su comercio marítimo, la de Canarias, justo cuando el transporte de mercancías daba el salto hacia los contenedores. La carencia de condiciones apropiadas no significó, sin embargo, que las compañías arousanas abandonasen su relación con el archipiélago. Muy al contrario, empresas fundamentales de la ría, como Extrugasa, Finsa, Cepillos Mariño, Cedonosa, Aluminios Cortizo, Frinsa, Jealsa, Pita o Garavilla, operan a través de esa ruta del sur, que a partir de ahora podrá retornar a Arousa. Es en este punto, precisamente, donde Jesús Paz encuentra el «enorme valor añadido que aportará la terminal de contenedores»: abrir la Autoridad Portuaria a un servicio esencial que demandaba su entorno socioeconómico y que hasta el momento no podía prestar. Los costes de transporte de las firmas arousanas disminuirán, al tiempo que se facilita «el desarrollo económico, industrial y, en definitiva, el empleo». Con perspectivas, además, de desarrollar una tercera línea hacia Róterdam y los principales puertos del norte de Europa. Y aun una cuarta, para circunnavegar la península Ibérica. Paz no quiso finalizar su presentación sin hacer partícipes de este «sueño» a los equipos de Callón, Rivera, Bouzas y González-Aller, los presidentes que le precedieron.