VILANOVA
07 ago 2006 . Actualizado a las 07:00 h.?Parece que estoy en medio del infierno». La frase la pronunció, pasadas las ocho y media de la tarde, el alcalde de Vilanova. Gonzalo Durán se encontraba en Tremoedo, donde las llamas se acababan de reavivar. Habían comenzado con la tarde. Luego, tras poner en peligro las casas y el polígono industrial, parecieron dejarse domar a eso de las seis. Pero, tan pronto como el viento cambió de dirección y volvió a soplar con algo de fuerza, el incendio se despertó de nuevo. A las ocho y media, los retenes para la larga noche estaban preparados: Protección Civil, Policía Local y una brigada eran el contingente oficial. Junto a ellos, partiéndose el pecho y los brazos contra el fuego, los vecinos. Pero Vilanova ardía en otros puntos. En Lobeira, en Baión, y en decenas de lugares más. Desde la vía rápida, el municipio era una sucesión de focos humeantes.