AREOSO | O |

02 jul 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

SORPRENDENTEMENTE el pleno que celebró Cambados esta semana contó con tres espectadores de excepción: tres jóvenes del municipio que se acercaron a escuchar a sus políticos. En un concello en el que las sillas del público del salón de plenos acumulan polvo, la verdad es que la ocasión debería haberse celebrado por todo lo alto. Pero no fue así. Al terminar la sesión, la oposición solicitó al equipo de gobierno que dejara intervenir a los presentes porque eran, ni más ni menos, que los promotores de aquella iniciativa que recogió firmas para solicitar arreglos en las canchas de tenis. Eso ya era para tirar cohetes. No sólo se habían interesados por la política municipal, sino que eran los promotores de una iniciativa que sólo buscaba mejorar una infraestructura que ellos utilizan a menudo. Y luego dirán que nuestros jóvenes no se interesan por lo que sucede a su alrededor. Pero hete aquí que al alcalde no le gustó nada su presencia. Explicó que estaba dispuesto a recibir a los tres chavales cuando quisieran para explicarles qué arreglos se iban a hacer en la zona y cuándo iban a efectuarse y, de inmediato, levantó la sesión. Puede quejarse de que la iniciativa estaba abandera por un partido de la oposición pero creo que debería haber perdido unos minutos en escuchar a los únicos que, en mucho tiempo, se acercaron a escucharle a él.