Conciencias

AROUSA

MAR DE FONDO | O |

27 abr 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

YA TENEMOS polémica de nuevo. Lo cierto es que la aprobación de la nueva ley que permite casar a las personas homosexuales ha generado un debate que, en algunos casos, se ha vuelto absurdo. Una pensaba que a estas alturas ya estaba superado eso de que no eran personas normales, de que tenían alguna enfermedad. Por lo menos, a la hora de decirlo en voz alta, por eso de que podría dar vergüenza o por no quedar mal ante la opinión pública. Pero vistas las declaraciones de algunos de nuestros alcaldes, todo parece indicar que quizás Galicia no sea tan avanzada como quiere presumir. Porque por mucho que se empeñen en explicarnos que el progreso llegará de la mano del AVE o con mejores infraestructuras, lo cierto es que el avance de un pueblo se mide también por el bienestar social que ofrece a sus ciudadanos y por las libertades que estos pueden disfrutar. Y en esta nuestra comunidad todavía quedan muchos lugares en los que salir del armario sigue siendo un suplicio, en los que decir que se es diferente despierta los cotilleos y los chistes de los vecinos y en los que, estoy segura, ninguna pareja de homosexuales querrá casarse. Así que aquellos alcaldes preocupados por su conciencia, pueden estar más que tranquilos.