AREOSO | O |

23 mar 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

ALGO ESTÁ cambiando en la movida cambadesa. Los que llevamos años disfrutando de ella nos damos cuenta de que ya no es lo mismo. En los últimos meses varios de los míticos locales del fin de semana han cerrado sus puertas y muy pocos son los que están abiertos más allá de las cuatro de la mañana. Pero de todo esto no se puede culpar a la policía local o al Concello. Es cierto que la última campaña para controlar el horario de cierre está afectando seriamente la salud de las noches del fin de semana. Pero también es verdad que, hasta hace unos años, abrir un pub era como abrir un supermercado, pintarlo de colores y colocar cuatro estanterias. Luego llegó el euro y con él una subida de precios que dejó temblando los bolsillos de los más jóvenes. Las cosas han cambiado hace tiempo y cada vez son más los que apuestan por diferenciar su oferta. Ahora sólo falta convencer a los vecinos de que un sábado por la noche también se puede ser civilizado. Ahí se acabarán todos los problemas.