Calefacciones

AROUSA

AREOSO | O |

28 feb 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

NO SE si se han dado cuenta de que en los últimos meses se han incrementado de forma alarmante el número de intoxicaciones por monóxido de carbono. Las páginas de los periódicos se llenan a diario con historias de gente a la que una casualidad le ha salvado la vida o que ha fallecido por una estufa en mal estado. Sin ir más lejos, dos de estos sucesos han ocurrido en la comarca arousana durante la semana pasada. Es lógico que el avance de la ola de frío y las bajas temperaturas a las que nos enfrentamos estos días hayan incrementado el uso de cualquier forma de calor. Pero lo que no es tan normal es que éstos se hayan convertido en un arma letal para quienes recurren a ellos a la hora de calentarse. Braseros y calentadores, los protagonistas de la mayoría de estos accidentes, son la forma más económica y más rápida de repudiar el frío, pero hay que tener en cuenta que deben utilizarse con mucha precaución. Como estamos viendo a diario, un simple descuido puede convertirse en una verdadera desgracia, aunque esto ya lo sabemos todos. Por eso creo que quizás sea ese exceso de confianza el que está provocando la mayoría de estos accidentes porque, como suele decirse en estos casos, «a mí, no me va a pasar nada».