Suelta amarras ante un Estudiantes que sabe lo que cuesta volver a la ACB
28 sep 2024 . Actualizado a las 20:06 h.Hace catorce años el Obradoiro se aprestaba a iniciar su primera singladura en la entonces llamada LEB Oro, de la mano de una tripleta de entrenadores compostelanos: Moncho Fernández y sus ayudantes, Víctor Pérez y Gonzalo Rodríguez. Aquel viaje llegó a buen puerto y se le sumaron trece travesías más en la ACB.
Ahora le llega el turno en el timón a Gonzalo Rodríguez, de modo que la continuidad y la identidad están garantizadas. En su caso, además, es hijo de uno de los socios fundadores del club. Es de los que puede hablar en primera persona del viejo Sar.
No será fácil. Como no lo fue ninguna de las temporadas anteriores. Además, cada año sube el nivel de la categoría de manera considerable y se avecina una campaña apasionante. San Pablo Burgos, Estudiantes, Betis, Palencia, Fuenlabrada y el propio Obradoiro aparecen en todas las quinielas de candidatos al ascenso. Y la historia dice que rara es la campaña en la que no se suma a la fiesta de los favoritos algún invitado inesperado.
El primer partido llega, precisamente, ante uno de los gallitos con más pedigrí, un Estudiantes que sabe de primera mano lo que cuesta volver a la ACB. Este es su cuarto intento. La cita es a las 18.30 en el Wizink Center (Movistar TV y LaLiga+).
Por lo visto en pretemporada, el Monbus Obradoiro ha confeccionado un proyecto con unas cartas de navegación muy claras, sobre todo en el perímetro. Todos los exteriores corren, todos tienen mano para la larga distancia y todos pueden buscar las entradas a canasta.
Juego interior
En el juego interior los roles ya no son tan intercambiables y sí complementarios. Stephens es el cinco que puede abrir el juego con su amenaza de tres. Stevic es para jugar más cerca del aro. Alex Galán puede hacer el cuatro y el cinco. Micovic sobresale por su talento en ataque y su buena mano en el triple. Y completa el póker el joven Onuetu, el único con muelles para jugar por encima del aro.
En el primer partido de pretemporada el equipo tuvo muchos problemas para cerrar los espacios cerca de su aro. En el último, ante el Básquet Coruña, la mejoría fue evidente.
Gonzalo Rodríguez sabe que ahí va a estar una de las llaves de esta temporada, y es uno de los frentes en los que más está trabajando el colectivo: «El tema del rebote tiene muchísimo que ver con el hábito. Es decir, generas el hábito de ir al rebote de ataque y generas el hábito de bloquear el rebote defensivo. Si bloqueamos bien el rebote, nos cogerán menos. Pero nos cogerán alguno, a veces por más mérito del rival o por un balón que sale largo y te coge mal colocado porque has tenido que hacer una ayuda... De ahí también la importancia de la responsabilidad individual. Cuanta menos cantidad de ayudas necesitemos para defender las situaciones, mejor colocados vamos a estar para el rebote. Y en cuanto al rebote ofensivo, es lo mismo, y los hábitos necesitan tiempo».
El Monbus Obradoiro se ha ido en todos los partidos por encima de los ochenta puntos y cada vez que tiene oportunidad pisa el acelerador. Si consigue un buen nivel defensivo y, sobre todo, cerrar el rebote para poder desplegar esa velocidad, sus opciones se multiplicarán.