El paréntesis del Obradoiro para cuidar su historia: «Álvaro, explícale al equipo quién es Tonecho Lorenzo»

ANDAR MIUDIÑO

Garrei

La presencia en Sar de la leyenda que portaba el dorsal 14 llevó a Gonzalo Rodríguez a pedir al capitán que pusiese al grupo al tanto sobre la inesperada visita

16 sep 2024 . Actualizado a las 19:18 h.

El baloncesto es uno de los deportes que más respeta los intangibles y la tradición. Cada generación va dejando su legado y una de las más altas muestras de reconocimiento individual es la retirada de las camisetas que cuelgan en lo alto de los pabellones. En el caso del Obradoiro, hasta la fecha, hay tres: el 4 de Bernard Hopkins, el 14 de Tonecho Lorenzo y el 15 Oriol Junyent.

Hopkins se retiró dos veces en Sar. Cuando Robbie Hummel no pudo empezar la temporada por una lesión, el club le pidió que se reincorporase para cubrir temporalmente esa ausencia. Y así lo hizo. Por cierto, aquella acabó siendo la mejor temporada de la historia del club, octavo en la ACB.

Oriol Junyent fue pieza clave en el ascenso y en las primeras temporadas en la Liga Endesa. En la 11/12, la del reencuentro con la ACB, el cuadro técnico sacó una fotografía de todo el grupo en la semana previa al inicio de la campaña. Le puso un título: «Vamos a hacer historia». Y le añadió una frase: «Los abajo firmantes se comprometen a dar lo mejor de si mismo por este maravilloso objetivo». Aquel equipo logró la primera permanencia de la historia en la máxima categoría.

Solo hubo un reticente a estampar su rúbrica: Oriol Junyent. Jugó toda la temporada con un ligamento cruzado roto y el menisco tocado, por increíble que pueda parecer. No estaba seguro de poder dar lo mejor de si mismo y por eso se mostraba reacio. Rayó a un gran nivel y fue clave en el partido clave. Aún añadió dos campañas más, hasta que otra lesión, en la otra rodilla, le obligó a poner pie a tierra.

Tonecho Lorenzo es historia viva del Obradoiro, jugador en los años setenta, conocedor de todos los entresijos del club y abonado que no se pierde un partido en Sar salvo por causa de fuerza mayor.

No solo eso, de vez en cuando se acerca a los entrenamientos y siempre es alguien cercano a los jugadores. Los de esta temporada todavía no lo conocían. Hasta este lunes. Tonecho Lorenzo llegó justo en un parón para beber y, antes de reanudar la sesión, Gonzalo Rodríguez abrió un paréntesis: «Álvaro, explícale al equipo quien es Tonecho Lorenzo», instó al capitán.

El alero solo tuvo que apuntar dos detalles para llegar al grupo: «Cuando vuelvan a poner las camisetas en el pabellón, el 14 es el de Tonecho Lorenzo, una leyenda del club». Jake Stephens fue el primero en abrir la salva de aplausos para cerrar ese breve paréntesis que puso la nota de presente histórico en la jornada. Por una vez, al Catorce, que es como le llama otra leyenda como Audie Norris, le tocó recibir y no dar.