Sar confía en la progresión de Kovliar para olvidar la fuga de Washington
ANDAR MIUDIÑO
«Ha sido un placer debutar delante de esta afición», subrayó el base del Obradoiro
26 nov 2023 . Actualizado a las 22:54 h.El equipo confeccionado por el Monbus Obradoiro para esta temporada solo pudo jugar dos partidos sin bajas hasta la fecha: el de la primera jornada de Liga, ante el Palencia, y el primero de la fase previa de la BCL, en el que se lesionó Rigoberto Mendoza. Ambos los saldó con victorias solventes. Y a partir de ahí empezaron los problemas, concentrados en el perímetro, en una fase de la temporada tan incipiente que el mercado ofrece pocas alternativas.
Primero fue la baja del internacional dominicano. El club reaccionó con celeridad dentro de ese contexto de dificultad para fichar. Llegó Roko Badzim, que se ha adaptado bien. Pero es más un escolta que un alero.
Después fue la escapada de Eric Washington, que provocó una avería probablemente mayor. Era la apuesta más firme del Obradoiro, por un base eléctrico, gran pasador y con puntos en las manos. Además, con pasaporte maltés, por lo que ocupaba ficha como comunitario. Pero no cuajó, se fue y no volvió.
Y ahora es el turno de Oleksandr Kovliar, que jugó sus primeros minutos frente al Granada y que dejó buen sabor de boca. Se fue un base curtido y veterano y el que llega, con 21 años, tiene todo el futuro por delante y el reto de asumir galones a marchas forzadas.
A juicio de Moncho Fernández, fue un debut con buena nota, según sus propias palabras, sobre todo teniendo en cuenta que apenas lleva tres entrenamientos con el equipo. Está convencido de que su aportación va a ser buena tanto en el aspecto físico como en la dirección de juego.
En el primero de los flancos ya se pudo ver que es un jugador que aprieta y trabaja bien en defensa. Incluso le pitaron personal en una acción que no era, en la que estaba a punto de robarle el balón a Lluís Costa. También dejó constancia de su buena mano en la larga distancia y de que no duda en armar el lanzamiento en cuanto ve línea de tiro. Y forzó un par de acciones de uno contra uno. Todo ello en algo más de siete minutos, en los que sumó cinco puntos, un rebote y una asistencia.
Para el internacional ucraniano fue un día de sensaciones contradictorias. Sar lo recibió con cariño, pero no pudo coronar la jornada con una victoria.
Evidentemente, esa bienvenida no le pasó inadvertida: «Ha sido un placer debutar delante de esta afición y meter mis primeras canastas. La gente ha estado muy bien. Desafortunadamente, no hemos podido ganar pero tenemos partidos por delante para seguir creciendo. Es un gusto jugar con este ambiente, porque los seguidores no han dejado de animar».
Hacía una lectura pragmática de la contienda, sin estridencias ni lamentaciones: «El baloncesto es así, nunca sabes lo que va a pasar. Tienes que estar centrado los cuarenta minutos y saber que habrá momentos mejores y peores. Lo que hay que intentar es que los buenos momentos sean más que los malos».
Oleksandr Kovliar está contento con las primeras impresiones y seguro de que encajará: «Cada entrenador tiene un sistema diferente para los bases. Estoy intentando aprender rápido y pienso que estaré bien, que cada vez me iré sintiendo más cómodo dentro del equipo. Solo necesito tiempo».