
La perseverancia es uno de los rasgos más significativos del Obradoiro CAB desde siempre. Y, al fin, el que la sigue la consigue. ¡Europa! Este martes podremos testar por primera vez en la historia del club nuestro nivel competitivo allende de nuestras fronteras.
Se trata de un nuevo escenario pero entiendo que, sobre todo, debería tratarse de un nuevo escenario de aprendizaje desde múltiples puntos de vista.
Primero, a nivel logístico, con la organización de unos desplazamientos más complejos de los habituales. La parcela organizativa del club deberá estar al nivel que requiere este importante compromiso.
Después, a nivel deportivo, las planificaciones de trabajo semanales serán totalmente nuevas. A ellas se sumarán las incógnitas deportivas, por un arbitraje diferente al de la Liga Endesa y unos rivales «desconocidos» que demandarán mayor atención a nivel individual, colectivo y, por supuesto, también desde el banquillo.
La suma total de estos aprendizajes hará, sin duda, que crezca el equipo de manera exponencial y sirva para que, ya en escenarios habituales, el grupo esté más capacitado a la hora de gestionar situaciones desconocidas y novedosas que puedan surgir. Y el club con ellos.