Que el susto no empañe el mérito

Nacho Parajuá EL ESCÁNER

ANDAR MIUDIÑO

Daniel Marzo LOF

12 mar 2023 . Actualizado a las 20:41 h.

Superado el susto, y los últimos dos minutos, en los que el equipo se atenazó cuando tenía el partido bastante controlado, conviene dar a la victoria el mérito que le corresponde. Porque enfrente estaba un rival que venía de ganar al Barcelona, en clara línea ascendente.

La primera mitad resultó infumable. Probablemente porque el Obradoiro intentó por todos los medios que el Zaragoza no encontrase la ola buena en la que parecía llegar instalado. Alargó bastante las posesiones, intentó que se jugase con bastante control, sin que el adversario pudiese desatarse.

El tercer cuarto fue el que decidió la contienda y, particularmente, Robertson, bien secundado por sus compatriotas, los hermanos Scrubb. Fueron los mejores minutos del conjunto santiagués, porque mantuvo su buen nivel defensivo y el perímetro abrió el candado.

Y cuando parecía todo bajo control, llegó el último cuarto, en el que cambiaron las cosas. El Zaragoza tenía que jugarse el todo por el todo, empezó a anotar y cometió el pecado de completar muy pronto el cupo de cuatro faltas. El Obra lo supo aprovechar. Y a pesar de algunos errores, en buena medida errores de concentración, tuvo el encuentro bastante controlado hasta los dos últimos minutos. Ahí se encogió un poco, le costó salir de la presión aragonesa y lo pasó muy mal. Pero sumó la undécima victoria de la temporada. Con mucho mérito. Y el debut de Magnay, que viene a sumar.