Dominó los tres primeros cuartos, sufrió en el último y gestionó mejor el tramo final para sumar su tercera victoria
30 nov 2022 . Actualizado a las 20:50 h.El Monbus Obradoiro rompió en Murcia una inercia de cinco derrotas consecutivas con muchísimo sufrimiento: 80-84. Llevó la iniciativa en el marcador y estuvo cerca de darse un tiro en el pie, pero gestionó mejor el último minuto. Victoria de mucho mérito, sin Westermann, con Paige que quiere pero no puede y con Walker también tocado.
El Murcia tiene algo de equipo ciclotímico. Tanto puede entrar en barrena como en combustión dentro de un mismo partido. Una de las claves para ganarles es evitar que le den continuidad a sus rachas de anotación.
El colectivo de Moncho Fernández encaró la contienda muy concentrado, con Philip Scrubb al volante y Álvaro Muñoz como escolta. Se aplicó en defensa, cerró bien el rebote y buscó mucho el tiro de tres. Anotó cinco de los doce que intentó en el primer cuarto.
Llegó a tomar nueve puntos de renta. Y en ese momento, las rotaciones le sentaron mejor al Murcia. Con Zurbriggen, Paige, Walker, Álex Suárez y Blazevic el colectivo santiagués se atascó y los pimentoneros recortaron: 16-21.
Moncho Fernández inició el segundo cuarto sin cambios y ese mismo cinco fue capaz de firmar un parcial 0-8 de salida. El Obra bajó la producción desde la larga distancia, pero conseguía frenar al rival. Desde la defensa, la renta aumentó hasta los catorce puntos. Y cuando parecía estar ante la oportunidad de romper el partido llegó uno de esos momentos de combustión del conjunto de Sito Alonso. En poco más de un minuto se acercó a solo seis puntos, con una reacción liderada por Anderson y el siempre peligroso McFadden, autor de dos triples casi seguidos.
El Obradoiro contestó con aplomo. No se dejó contagiar por la locura, volvió a crecer desde la retaguardia y se fue al intermedio con una ventaja de trece puntos: 35-48.
Tras el intermedio el partido se ensució. Se multiplicaron las faltas y las interrupciones y en ese contexto el Murcia se manejó mejor, sobre todo porque empezó a hacer bastante daño en el rebote ofensivo. Pero el parcial del tercer acto se quedó en un 18-15, que no era mal negocio para el Obradoiro.
El último cuarto fue un padecimiento. Porque llegaron los fogonazos del Murcia, que arrancó con un alley hoop de Pustovyi y un triple de Bellas. Dejaron de entrar los triples. Las pérdidas de balón asomaron como un mal presagio, sobre todo una de Blazevic que costó una antideportiva y cinco puntos. Radovic se convirtió en un puñal en el poste bajo. Y volvió a asomar la amenaza de McFadden con sus triples. Pero también es cierto que le dejaron de entrar en el tramo final, en el que el Obra se agarró al rebote ofensivo. Uno de Álex Suárez con tiro adicional, aprovechado, fue providencial. Puso el 77-82 a falta de 29 segundos. El Monbus Obradoiro no tembló y un triple sobre la bocina de McFadden puso el 80-84 final.
Ficha técnica
Murcia 80: Tomás Bellas (5), McFadden (17), Sadiel Rojas (3), Anderson (14) y Pustovyi (8) -cinco inicial-. Trice (4), Klavzar, Radovic (17), Sakho (6), Diop (6) y Jelinek.
Obradoiro 84: Philip Scrubb (16), Álvaro Muñoz (9), Thomas Scrubb (17), Vicedo (5) y Dragan Bender (15) -cinco inicial-. Paige (2), Zurbriggen (9), Blazevic (2), Walker (3), Guerrero y Álex Suárez (3).
Parciales en cada cuarto: 16-21; 19-27; 18-15; 27-21.
Árbitros: Emilio Pérez Pizarro, Joaquín García y Alfonso Olivares.
Incidencias: Palacio de los Deportes de Murcia. Novena jornada de la Liga Endesa.