El Obradoiro cedió ante un Real Madrid sin fisuras: 93-79

ANDAR MIUDIÑO

FERNANDO ALVARADO | EFE

Los blancos marcaron territorio en el primer cuarto y controlaron el partido con autoridad

02 oct 2022 . Actualizado a las 14:37 h.

El Monbus Obradoiro chocó frente a un Real Madrid nada disperso que solo se vio por detrás con la canasta que abrió el partido, obra de Westermann. A partir de ahí dominó con autoridad y se anotó el triunfo: 93-79.

Para que el cinco compostelano tenga alguna opción ante un rival que le multiplica recursos y presupuesto, hay una condición inexcusable: los blancos no pueden estar cerca de su mejor nivel. Y en los primeros cinco minutos probablemente superaron ese umbral, con un baloncesto muy redondo en los dos lados de la cancha. Moncho Fernández pidió tiempo muerto con 12-4 en el marcador y la diferencia siguió creciendo hasta el 19-6.

Los visitantes no encontraban sus tiros, ni cerca del aro ni lejos. Y veían como los locales castigaban desde el triple (4/5 en el primer cuarto) pero también con los pívots. Con acierto en el tiro y una gran circulación de balón, el Real Madrid no daba opción a un Obradoiro que consiguió mejorar algo en defensa. No tanto en ataque. Y cerró el primer acto catorce abajo, tras un triple de Musa sobre la bocina, después de que los santiagueses se quedasen a un tris de recuperar el balón.

El segundo cuarto fue otra historia porque el colectivo de Chus Mateo ya no jugó con tanta continuidad y marró sus seis ensayos triples.

Al Obradoiro le faltó fluidez en ataque para bajar de esa diferencia psicológica de los diez puntos, que fue lo más que consiguió acercarse: 33-23. No terminaba de hacer daño, ni con el triple, salvo en un par de ocasiones Vicedo, ni en la pintura, que era coto vedado. Pero aquello ya no era un vendaval blanco.

En el tramo final del segundo cuarto recibió otro parcial dañino, 8-2, porque le costó cerrar el rebote. Ahí hizo mucho daño Tavares. Y también pagó un par de pérdidas de balón absurdas de Bender. Al intermedio, 41-35.

Tras el paso por los vestuarios el Obradoiro consiguió cambiar algo el guion con su ataque. Ganó fluidez, quizás en el único tramo de partido en el que los blancos se dejaron llevar un poco por el marcador. Por si acaso, Chus Mateo pidió tiempo muerto para recordar que el rival había anotado 25 puntos en el primer tiempo y llevaba 24 en el tercer cuarto. El electrónico marcaba un 61-49. Ni Westermann ni Phil Scrubb están arrancando al nivel esperado y Zurbriggen aprovechó la circunstancia para agitar el equipo.

Los pequeños detalles volvieron a jugar en contra del colectivo de Moncho Fernández. Llull respondió con un triple sobre la bocina. Y en la última posesión del tercer acto, con un ensayo que no tocó el aro, pero con tiempo para que el balón le cayese a Deck para poner el 68-55. Muy lejos de la crueldad del pasado curso, cuando Abalde decidió en el último segundo. Pero fue algo muy parecido.

Si había riesgo de reacción, Musa se encargó de impedir cualquier acercamiento. Suyos fueron los primeros cinco puntos de un último cuarto en el que él solo sumó catorce.

El partido estaba otra vez bajó el control blanco y Chus Mateo hizo debutar al joven Hugo González (16 años), a falta de tres minutos.

Ficha técnica

Real Madrid 93: Sergio Rodríguez (6), Causeur (8), Deck (6), Yabusele (11) y Tavares (10) -cinco inicial-. Hezonja (4), Poirier (14), Cornelie (3), Llull (5), Hugo González (4) y Ndiaye.

Obradoiro 79: Westermann (10), Paige (2), Walker (2), Bender (19) y Guerrero (4) -cinco inicial-. Vicedo (8), Thomas Scrubb (13), Zurbriggen (2), Phil Scrubb (6), Blazevic (9), Álvaro Muñoz (4) y Álex Suárez.

Parciales en cada cuarto: 27-12, 15-13, 26-30 y 25-24.

Árbitros: Óscar Perea, Rubén Sánchez Mohedas y Vicente Martínez.

Incidencias: Wizink Center. Segunda jornada de la Liga Endesa.