Leo Westermann: «No soy el Springsteen del Obradoiro, el Boss es Moncho»

ANDAR MIUDIÑO

Sandra Alonso

El base resalta la química del equipo y el ambiente familiar que está encontrando en la pretemporada

14 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Leo Westermann es el radar y el faro del Monbus Obradoiro esta campaña. En todo momento sabe dónde están sus compañeros y marca el ritmo del equipo. Le gusta dirigir las operaciones y no rehúye la anotación. Ante el Betis ya hizo valer su jerarquía.

—Lleva un mes con el equipo y ya han jugado los primeros amistosos. ¿Cómo va la pretemporada?

— Hasta el momento, bien. Entrenamos mucho y estamos mejorando mucho. La química es muy buena, todo el mundo está implicado y quiere conseguir lo mejor para el Obradoiro. Creo que eso es lo más importante y veo que mejoramos día a día. Estamos poniéndonos a punto para llegar fuertes a la Copa Galicia, que es muy importante.

—El base es un puesto clave en cualquier equipo y más en el baloncesto de Moncho Fernández. ¿Qué le pide el Alquimista de Pontepedriña?

— Confía mucho en mí y quiero devolverle esa confianza día a día. El baloncesto de Moncho es muy cerebral, hay que pensar mucho y es algo en lo que creo que soy bueno. Estoy intentando llevar al equipo cómo Moncho quiere.

—Se adivina un Obradoiro capaz de interpretar distintas partituras y de jugar a varios ritmos.

— Sí, tenemos armas diferentes con jugadores que pueden hacer varias posiciones. Hay mucho talento y mucha química, con jugadores muy inteligentes. No seremos el equipo más atlético ni el más talentoso, pero todos remamos en la misma dirección. Teniendo claro qué tenemos que hacer en la cancha seremos un buen equipo.

—¿La defensa gana partidos o el ataque gana partidos?

— Ambas. Hace veinte años podría decir que la defensa, pero creo que el ataque cada vez gana más presencia. La cuestión es que si hay un jugador muy talentoso es muy difícil pararlo, porque va a poder hacer daño en diferentes posiciones. La defensa es muy importante, pero el ataque es cada vez más importante.

—¿Es usted el Bruce Springsteen de este Obradoiro?

—¿Cómo?

—El «Boss»

—(Risas) No, no soy el Bruce Springsteen del Obradoiro, el Boss es Moncho y yo intento ejecutar en la pista lo que busca. Y siento mucha confianza por parte de mis compañeros para dirigir al equipo.

—¿Ya le ha llegado el mensaje de ir partido a partido?

—Sí, sí. Además, tenemos tiempo para preparar cada encuentro.

—Aun así, y a sabiendas de que usted conoce bien la ACB, ¿en qué lugar puede estar el Obradoiro?

— No lo podría decir ahora mismo porque todavía es muy pronto, pero creo que podemos pelear por el play off porque cuando veo a este equipo veo mucho potencial. Tenemos trabajo, pero creo que hasta el último momento podremos luchar por el play off. Es importante marcarse metas altas.

—¿Le ha sorprendido algo en el tiempo que lleva en Compostela?

—Este club es como una familia, todo el mundo se conoce muy bien y toda la gente es muy cercana. Por ejemplo, cuando voy con mi hija al colegio, todo el mundo es muy bueno aquí, todos son muy cercanos. Seguro que es una de las razones por las que el Obradoiro está en la ACB. Es una pequeña ciudad o grande en función de con quien se compare, pero ese ambiente familiar es clave para el éxito.