Dragan Bender, un número cuatro del draft para el Obradoiro

ANDAR MIUDIÑO

ANTONIO BAT | EFE

Sale de una lesión de rodilla y espera recuperar en Sar su mejor nivel

23 ago 2022 . Actualizado a las 18:22 h.

Dragan Bender es el jugador que completa la plantilla del Monbus Obradoiro para el nuevo curso, un pívot croata de 2,13, elegido en el cuarto puesto del draft por Phoenix en el 2016. Procede del Maccabi. Con anterioridad defendió los colores de los Phoenix Suns, Milwaukee Bucks y Golden State Warriors en la NBA.

La apuesta por Bender comporta un riesgo. Viene de un año casi en blanco por una lesión de rodilla y ese percance es el que le abre las puertas de Sar.

La maniobra no es nueva en el Obradoiro. Es la misma que hizo en su día con Lasme, que recuperó su mejor nivel a las órdenes de Moncho Fernández y acabó yéndose al Panathinaikós. Venía de dejar atrás una grave lesión en el pie izquierdo.

Mayor riesgo comportó la incorporación de Robbie Hummel, después de dañarse por dos veces el ligamento cruzado anterior. A mayores, el verano que firmó por el Obradoiro tuvo que pasar por el quirófano por un problema de menisco y no pudo empezar el curso. El club se planteó la rescisión, pero acabó optando por recuperar a Bernard Hopkins como relevo temporal. Acertó. El americano se fue a la NBA tras su paso por Sar.

Maxi Kleber llegaba precedido por un historial de lesiones que invitaban a sopesar su contratación. Su rendimiento le valió para firmar por el Bayern de Múnich y asentarse después en los Dallas Mavericks.

Dragan Bender llega en esa línea. Viene tras casi un año en blanco y no ha superado el último corte del combinado croata para el Eurobasket porque su estado físico generaba dudas al seleccionador. Buscaba un destino sin tanta carga de partidos como la que tenía en el Maccabi, al simultanear la Liga israelí con la Euroliga, y apareció el Obra.

Si el croata reencuentra su mejor nivel, el club habrá cerrado una operación redonda. El pívot quiere recuperar en Sar el baloncesto que lo lanzó a la NBA y la Euroliga. De lo contrario, el Obra tendrá que volver al mercado, y aún no ha cubierto una de las dos plazas de extracomunitario.

Dragan Bender es un siete pies que se mueve como un cuatro y que puede amenazar desde detrás de la línea de 6,75 metros. Encaja como un guante en el formato pretendido por Moncho Fernández. Llegará a Compostela la semana próxima.

José Luis Mateo, director general del club, destaca, precisamente, esa versatilidad: «Dragan es un ala-pívot que podrá formar pareja con cualquiera de los jugadores interiores que tenemos ya en el equipo, merced a su tamaño, polivalencia y tiro exterior. Viene de estar un año sin jugar, pero tenemos confianza en su talento, capacidad de trabajo e ilusión por regresar al máximo nivel».