¿Un Obradoiro más rocoso?

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

ANDAR MIUDIÑO

Sandra Alonso

Moncho Fernández empieza a trabajar este lunes con el nuevo plantel, que presenta cinco caras nuevas y está pendiente de un último fichaje

14 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Siguen la mitad de los jugadores, hay cinco caras nuevas y falta un fichaje para completar el equipo. Ese es el reparto de la plantilla del Monbus Obradoiro que se pondrá en marcha este lunes para preparar la temporada 22/23.

Se han ido los dos principales anotadores de la pasada campaña, Robertson y Birutis. Tampoco continúa el cuarto jugador en el ránking de puntos y minutos, Henry Ellenson. Completan la lista de bajas el base titular, Braydon Hobbs, y dos nombres propios que no terminaron de dar el salto: Beliauskas y Viny Okouo.

Falta por firma ese pívot que suele adaptarse al perfil del cuatro y medio tan del gusto de Moncho Fernández, capaz de manejarse en las dos posiciones interiores. No le está siendo fácil al club encontrar la pieza que completará el puzle.

Revisión

Por lo demás, la remodelación es más profunda de lo que parece. Para llevar la batuta llega un primer espada muy contrastado, Westermann, más defensivo pero con menos puntos en la mano que su antecesor. Zurbriggen, que todavía arrastra molestias en la espalda de la pasada campaña, será el otro base. Y no habrá un tercero, como era Oliver, porque Philip Scrubb se repartirá entre la dirección de equipo y el puesto de escolta, al que llega Markus Paige, quien destaca por su talento en ataque.

En la posición del tres se ha conformado una tripleta como nunca hubo en Sar y los minutos prometen estar muy caros. Siguen Thomas Scrubb, el más regular de la pasada campaña, y el capitán, Álvaro Muñoz, a quien los problemas físicos pasaron una factura más cara de lo que pudiera parecer. Pero está ya recuperado. Y acaba de firmar David Walker, un jugador con oficio de los que suman en varios frentes sin hacer ruido. No será extraño que Moncho Fernández opte por juntar a dos de sus aleros en la pista, en el dos y en el tres.

La del cuatro es la única demarcación sin novedades. Siguen Álex Suárez y Edgar Vicedo, y falta el fichaje de un pívot.

En el puesto del cinco es donde más cambia el equipo y donde puede anidar una de las grandes claves para el nuevo curso. Se incorporan dos pívots con un denominador común: las ganas de progresar y la búsqueda de minutos. No vienen de cero. Rubén Guerrero es un siete pies que en Málaga promedió casi trece minutos en 33 partidos. Dejó su sello en dos facetas en las que sobresale, el rebote y los tapones.

Los dos cincos

Marek Blazevic aprovechó todas las oportunidades que se le presentaron en el Zalgiris, tanto en la competición doméstica como en la Euroliga. Los resultados del equipo lituano no fueron los esperados, hubo una revolución de la que forma parte el retorno de Birutis. Y no dudó en traspasar la frontera para seguir creciendo.

Cada año Moncho Fernández y sus ayudantes, Gonzalo Rodríguez y Víctor Pérez, tienen que retocar el guion para ajustarlo al elenco de actores que se dan cita en Sar. Todo apunta a un colectivo más rocoso y menos anotador que el del pasado curso. Aquel equipo se manejó mejor con marcadores elevados. Pero también fue el Obra que más encajó. En el curso 21/22, solo el Fuenlabrada recibió más puntos en su canasta que el conjunto santiagués.