El fichaje para cubrir su hueco tendrá que ser un jugador de jerarquía. Y dado que Hobbs ocupaba una de las plazas de extracomunitario, el club puede acudir a todos los mercados. La otra ficha será, previsiblemente, la del pívot.
Las negociaciones, para esos dos puestos y para la pieza que completará el perímetro, están en marcha. Pero tanto pueden cristalizar en cuestión de horas como alargarse días e incluso semanas.