La mayoría de los jugadores pueden desenvolverse en más de una posición
01 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.El Monbus Obradoiro presta especial atención a dos vectores a la hora de confeccionar la plantilla, la versatilidad y los cupos.
La normativa exige que, de los doce jugadores inscritos en acta en cada partido de la ACB, al menos cuatro tienen que ser nacionales, también conocidos como cupos. Esas fichas ya están cubiertas: Álex Suárez, Álvaro Muñoz, Edgar Vicedo y Rubén Guerrero.
En caso de que uno de los fichajes que quedan por hacer también fuese cupo, comportaría un valor añadido para el caso de que con la temporada ya iniciada haya alguna lesión que obligue a acudir al mercado en busca de un relevo.
Si el jugador que sufre el percance es nacional, podría ser reemplazado por otro nacional, por un comunitario o un Cotonú. Si solo hay cuatro cupos en el equipo y se lesionase uno de ellos, el sustituto tendría que ser, indefectiblemente, otro cupo.
La polivalencia es otra buena medida preventiva para hacer frente a eventuales percances físicos, además de añadir riqueza táctica.
Los dos bases, Hobbs y Zurbriggen, pueden adaptarse también a la demarcación del dos. Y los dos escoltas, Philip Scrubb y Marcus Paige, están capacitados para llevar las riendas del juego.
Álvaro Muñoz es un tres que se maneja en el puesto de dos. Moncho Fernández incluso ha echado mano del capitán, de manera excepcional, en el uno.
Thomas Scrubb jugó casi todos los minutos del pasado curso como alero, pero es una alternativa para el cuatro. Con Edgar Vicedo resulta difícil precisar si se trata de un tres que puede jugar en el cuatro o de un cuatro que se amolda al tres si las circunstancias lo requieren.
Blazevic y Guerrero son los jugadores más específicos, claramente cincos para desenvolverse en las inmediaciones de los aros. Y Álex Suárez es un cuatro que quizás pudiera manejarse como alero por su buena mano en la larga distancia.