El Tenerife ganó en Sar con un triple de Wiltjer sobre la bocina (81-84). En Gran Canaria (71-69) el partido entró empatado en el último minuto. Y a falta de tres segundos le pitaron pasos a Oliver en un saque de fondo. En el derbi en Lugo (80-78) a Hobbs se le salió del aro un triple para ganar el duelo. Ya queda dicho como se escaparon los choques frente al Fuenlabrada, Betis y Real Madrid. En la ultima jornada, Philip Scrubb dilapidó dos tiros libres para empatar ante el Valencia a falta de un segundo. Son siete cruces. Tan difícil como que hubiese salido cara en esas siete contiendas, en cuyo caso el Obra estaría hoy preparando una eliminatoria de ascenso.
Son muchos golpes encajados sin perder el equilibrio ni la cabeza, y sin endeudarse. Son ya once milagros en la élite, esta vez en un contexto más difícil todavía por el número de rivales directos envueltos en la lucha de la permanencia, incluidos Burgos, Andorra y Zaragoza, que nunca pensaron verse en esa agonía.