Álvaro Muñoz: «Bell Haynes es un factor a tener muy en cuenta»

ANDAR MIUDIÑO

PACO RODRÍGUEZ

Los capitanes del Obradoiro y el Breogán se entrevistan antes del derbi

22 ene 2022 . Actualizado a las 11:01 h.

Álvaro Muñoz estrena capitanía tras el largo reinado de Pepe Pozas en el Monbus Obradoiro. Se ha ganado los galones por veteranía y ascendencia sobre el grupo. Las preguntas las formula su colega Sergi Quintela.

—¿Cómo fue su adaptación al Obradoiro y a Santiago?

—Supersencilla. Es mi tercera temporada aquí. Desde el primer momento, con Pepe (Pozas), David (Navarro), Nick (Spires)... Hicimos buenas migas. Te enseñan enseguida el día a día. Con Moncho, igual. Desde el primer día me sentí adaptado a lo que se pide y se quiere. Realmente, es como si no hubiese período de adaptación.

—¿Conoce la letra del Miudiño y, si es así, le costó aprenderla?

—Sí, sí que me lo sé. Cuando vienes de visitante te llama bastante le atención. Cuando te explican lo que significa, es curioso. Habla de alguien que viene de borrachera, de un tío que dice que agua no bebe. Te interesas aún más por la letra al conocer la historia. Es fácil aprendértelo, como cualquier canción o una poesía.

—Aun siendo abulense, ¿nota que este derbi es un partido especial?

—Sí, sí, sí, desde luego. Sobre todo, después de tres años aquí... Para mi será el primero en ACB con el Obra. Se ve la importancia en toda la afición, en el equipo. Ya vivimos un par de ellos en pretemporada. Ya se vio en el primero, en Copa Galicia, con un ambientazo en Ferrol. Todos estamos concienciados. Como capitán, he transmitido todo lo que envuelve al derbi. No es un partido más.

—Su abuelo jugó en el Atlético de Madrid y fue campeón de Europa con España en el 64. En ese ambiente tan de fútbol, ¿cómo se le dio por el baloncesto?

—Es curioso. De pequeño empecé tarde en el baloncesto. Jugaba al fútbol, como el 95 % de los niños. Cuando comencé a crecer y llegué al metro noventa y algo todo el mundo me decía que probara en el baloncesto. Yo decía fútbol, fútbol. En el colegio, con el tiempo, pasó la clásica de que los amigos se apuntan al baloncesto, tú vas con ellos como uno más y por ahí empezó todo. En fútbol jugaba de lateral y a veces también central. Jugué hasta infantiles, en el equipo del colegio. Es obligatorio ser colchonero en la familia. Lo viven mucho. En mi caso, el fútbol, salvo al Atlético, no lo sigo mucho. En la familia la gente está muy metida. Los nietos no lo vimos jugar, pero los tíos y mi padre te cuentan las historietas.

—¿Cómo se está viviendo en Santiago y en el equipo la semana del derbi?

—Es una semana muy intensa. Al tener partido antes, primero pusimos la atención en el Manresa. Ahora ya estamos centrados en el Breogán. Sabemos que es un partido muy importante. Además, venimos de dos resultados que no los que queríamos, y eso lo hace aún más importante. En el vestuario, lo que decía antes. Sabemos qué significa un derbi. Jugamos ante nuestra afición, venimos de dos derrotas y tenemos que intentar ganar como sea.

—¿Moncho Fernández está hablando más del rival que en otros partidos, por ser el derbi y el Breogán?

—La verdad es que en ese aspecto todo es como siempre. Al no ser una semana normal, primero estuvimos centrados en el Manresa. Al haber menos días para preparar el derbi, Moncho nos intenta transmitir la parte emocional y la preparación es como la de todos los encuentros, milimétrica. La idea es tratar de hacerlo lo mejor posible siempre, con la misma mentalidad.

—¿A qué jugador del Breogán borraría para este partido? Y no vale descartar a Musa.

—Y no vale Musa.... Quitaría... Creo que el otro gran referente es Mahalbasic. Juega bien al baloncesto. Pero casi que cambio mi decisión para el base, Bell Haynes, que les da mucho ritmo, puntos en transición, penetraciones, facilita juego a sus compañeros, es un factor a tener muy en cuenta para el partido.

DANIEL MARZO

Sergi Quintela: «Ser de Lugo y poder jugar este partido es algo increíble»

El capitán del Río Breogán responde a las preguntas que le formula su homólogo del Obradoiro, Álvaro Muñoz

I. MEITÍN BUJÁN

Como su colega del Monbus Obradoiro, Sergi Quintela (Lugo, 1996) también estrena capitanía. Cogió el relevo de Salva Arco, ahora al frente de la Fundación Breogán, y la ejerce con personalidad dentro y fuera de la pista haciendo gala de un breoganismo acérrimo. Recoge el guante y responde sin rodeos a las preguntas de Álvaro Muñoz.

—En la temporada 2018/2019 su club ya vivió dos derbis contra el Obra. A pesar de que estaba cedido en el Lleida, seguro que siguió y sintió de cerca ambos. ¿En qué cree que han cambiado el Breo y el Obra desde entonces?

—El Obradoiro sigue en su línea. Ha conseguido armar un proyecto sólido que lo asentado en la ACB, haciendo siempre fichajes muy coherentes y meditados con su cuerpo técnico, al que veo como una de las claves de su larga estancia en la categoría. Con respecto a esa temporada, en el Breogán ha cambiado bastante la idea para componer la plantilla. Entonces el equipo era más veterano y este año se ha apostado por jugadores con menos experiencia pero con mucha hambre y ganas de demostrar su valía.

—El de este domingo es su primer derbi en la ACB contra el Obra. ¿Qué le hace sentir jugar un partido como este?

—Ser de Lugo y poder jugar este partido, defender al Breogán en un derbi contra el Obradoiro, es algo increíble. No se pude describir con palabras lo que siento.

—¿Este derbi le recuerda a algún otro partido que haya vivido como aficionado a lo largo de su vida?

—Por importancia y relevancia, me recuerda mucho a un derbi que se había disputado en una fase de ascenso a la ACB. Habíamos perdido, así que espero que esta vez el desenlace sea bien distinto. Para los dos equipos este también es un encuentro muy importante y se vivirá un ambiente parecido al de entonces.

—¿Es de los que dice que ‘un derbi es un partido más' o realmente significa algo más?

—Es indudable que un derbi, y más en una categoría como la ACB, es un partido distinto al resto. Da igual las dinámicas que lleven uno y otro equipo, no se puede elegir un favorito. La distancia en la tabla clasificatoria no importa, siempre son encuentros muy emocionantes que se deciden a cara o cruz porque todos los jugadores están extramotivados.

—¿Qué cree que tienen en común las dos aficiones?

—El entusiasmo, la entrega y su amor por los colores, aunque quizás vea a la nuestra un poco por encima en todo esto (risas). Estamos hablando de dos de las mejores aficiones de España que, seguro, convertirán el pabellón Fontes do Sar en un escenario inigualable. De ambas destacaría la emoción que produce escucharlas cantar a capela el himno de sus respectivos equipos.

—Si pudiera elegir una cualidad de algún jugador obradoirista, ¿cuál sería y de quién?

—El Obradoiro tiene muchos buenos jugadores con unas cualidades increíbles, pero me inclinaría por la experiencia de Albert Oliver. Es muy difícil de adquirir y, sobre todo para los que somos más jóvenes, verlo en la cancha es como una sesión de aprendizaje. Aunque, insisto, en un equipo tan completo y con tantos buenos jugadores me parece arriesgado señalar a solo uno.

—Y la última. ¿Cuál cree que es el punto fuerte de este Obradoiro?

—Estoy convencido de que una de sus mejores virtudes es su riqueza táctica. La exhibe en prácticamente todos sus encuentros desde hace muchos años. Es muy complicado dar continuidad a ese estilo. Primero hace falta tener jugadores que entiendan eso, y luego un cuerpo técnico como el que tiene el Obradoiro, con Moncho Fernández a la cabeza, que se incline decididamente por esa idea. Lo ejecutan a la perfección y eso les está permitiendo seguir año tras año en la Liga ACB con presupuestos más bajos que el de muchos de los equipos.