Chete Pazo: «Veo más hambre en los jugadores del Breogán que en los del Obra»

ANDAR MIUDIÑO

SANDRA ALONSO

Subraya que el equipo del Miño somete a los rivales a una gran presión ofensiva

20 ene 2022 . Actualizado a las 23:48 h.

Chete Pazo (Compostela, 1972) es protagonista de algunos de los mejores momentos de la historia del Obradoiro y del Breogán. En Sar fue jugador y también el que fichó a Moncho Fernández y sentó las bases deportivas de un modelo que suma once campañas seguidas en la ACB. A orillas del Miño fue director deportivo y entrenador ayudante. Hace unos años optó por desvincularse del baloncesto y volcarse en la docencia. Pero sigue siendo seguidor de los dos equipos que se reparten su corazón.

—¿Qué titular le pondría a la antesala del derbi?

—Uff... Umm... Si le da igual lo dejamos para el final, en función de cómo discurra la conversación.

—Le doy una idea. ¿El Breogán se sostiene desde la defensa y el Obradoiro se debilita desde la defensa?

—Matizaría esa reflexión. No creo que el Breogán se sostenga desde la defensa. La sensación es que se trata de uno de los equipos que somete a una mayor presión ofensiva, por su facilidad para anotar, con un baloncesto muy agresivo, muy basado en el uno contra uno de sus jugadores.

—Corrijo entonces ¿Ese ataque le permite defender mejor?

—Casi siempre defiende después de anotar. Y para el rival, atacar después de recibir canasta supone cierto lastre. Y hay otro detalle. Diría que es uno de los mejores en el cambio de rol defensa ataque. Lo hacen rapidísimo. En el momento que recupera el balón, sea tras robo, tras rebote o incluso tras canasta, ya está pensando en jugar. La puede subir Kalinosky, Bell Haynes, el propio Musa en ocasiones, incluso Mahalbasic. La sensación es que el Breo no tiene una defensa muy estructurada, pero es muy difícil hacerle puntos. Es mucho más fácil defender cuando vienes de anotar que cuando no.

—Y en ataque vuela.

—Lo cierto es que se trata de un equipo que en cuanto puede anotar, anota. Sobre todo en los partidos de casa, es capaz de enlazar muchos ataques seguidos en los primeros segundos de la posesión. Están constantemente atacando. Es un equipo con muy poca coreografía táctica. Si Musa puede buscar el uno contra uno y generar una ventaja, lo hace. O Bell Haynes, o Kalinosky. Jugadores como Lukovic o Iván Cruz tienen ameniza de tiro y puntos en las manos. La presión ofensiva a la que el Breogán somete a los rivales es enorme. Cuando sufren algún apagón es cuando no meten, que es también cuando se le ven las carencias atrás.

—Y no hay que pasar por alto la identidad y la aportación de los hermanos Quintela.

—Hacen todo lo que no aparece en las estadísticas y le dan equilibrio al equipo. Son el pegamento del Breogán. Hasta la marcha de Olmos, las rotaciones eran muy largas, los jugadores estaban muchos minutos en pista. Es un juego más de otra época que de la actual, más basado en el talento individual de los jugadores, con mucha libertad para crear. Musa tiene franco de ría. Con su talento, es muy difícil de defender. Con esta propuesta, con un baloncesto muy dinámico, de anotaciones altas, el equipo está muy arriba.

—El Breogán tiene un molde, el Obradoiro sigue buscando la tecla.

—A la hora de enfocar este partido hay una cuestión muy importante, como es la irregularidad de la competición este año, con muchos parones. No sé cómo puede afectar todo eso a la planificación. Por poner un ejemplo. ¿Hasta qué punto pueden influir en el rendimiento de Birutis? El año pasado fue uno antes del covid-19 y otro después. En líneas generales, el Obradoiro es un equipo que precisa continuidad, que va creciendo con el tiempo. Es también un equipo con una idea muy clara, pero necesita tiempo para asentar conceptos.

—Más allá de las circunstancias puntuales, ¿qué retrato hace de este Obradoiro?

—Me cuesta ver la medida, hasta dónde están haciendo lo que pensaban que podían hacer. Es también un equipo con mucha capacidad de anotación. En puntuaciones altas es un rival complicado. Pero se está viendo que recibe bastantes puntos. La forma de anotar del Obra y del Breo son distintas. El del Obra es un juego más elaborado, en el que puedes ver exactamente dónde van a buscar las ventajas o los puntos según la disposición del juego. Una de las dificultades que plantea el Breogán es que no sabes dónde las va a buscar. Cualquiera puede generar una ventaja, cualquiera puede aparecer.

—¿Qué le sorprende del Obradoiro?

—Me gustaría que jugadores importantes fuesen más regulares. Ellenson, como se vio en las primeras jornadas, es un jugador con una calidad incuestionable, llamado a convertirse en una de las estrellas de la Liga. Pero no aparece todos los días, incluso dentro de un mismo partido no está siempre bien. Esa puede ser una de las cuestiones que penaliza. Robertson ha pasado por no buenos momentos durante varias jornadas. También había muchas expectativas puestas en Hobbs. Por citar tres jugadores, uno por puesto.

—Ahí está una de las claves. El Breogán tiene una columna vertebral con Bell Haynes, Musa y Mahalbasic. El Obradoiro aún no la ha encontrado.

—Deberían ser Hobbs, Robertson y Ellenson o Birutis. Y tampoco conviene olvidar a los jugadores pegamento que antes mencionaba. Ahora mismo veo más hambre en los jugadores del Breogán que en los del Obra, creo que está un punto por encima en el nivel competitivo. Veo a Musa con ese hambre de querer meter al equipo en la Copa, de querer ganar. Lo mismo que a Bell Haynes, y a Mahalbasic. Son piezas clave que están en esa línea que comentaba de los hermanos Quintela. Ese ADN seguro que lo tiene Álvaro Muñoz, aunque no está en su mejor momento. U Oliver, a quien no se le puede pedir mucho más. Pero no es tan acusado en jugadores que deben ser importantes en el Obra.

—¿En qué incidiría si fuese entrenador del Obradoiro?

—En ganar la batalla del uno contra uno, en intentar que el rival no pueda realizar el rol defensa-ataque con la facilidad y velocidad con que lo está haciendo y, sobre todo, dominar el rebote defensivo. Trataría de sacar al Breo de su ritmo, obligándolo a alargar las posesiones. Y pondría mucha atención en el aspecto mental. En Lugo solo han ganado el Real Madrid y el Joventut porque tuvieron paciencia y supieron aprovechar el momento de partido.

—¿Y si fuese entrenador del Breogán?

—Me centraría más en lo que tiene que hacer el Breogán, en llevar el partido a un ritmo elevado, en seguir con la presión ofensiva, en generar ventajas en el uno contra uno y, sobre todo, en atacar las debilidades del Obra, porque a nivel anímico la situación de un equipo y otro es ahora distinta.

—¿El titular?

—Eso queda para usted.