La cita a ciegas de El Notas

Miguel Gómez EL ESCÁNER

ANDAR MIUDIÑO

XOAN A. SOLER

15 ene 2022 . Actualizado a las 23:16 h.

Madrugué. Estaba nervioso. No era la primera vez pero estaba nervioso. Sin ir más lejos, Zapi me había buscado otra cita la temporada pasada. También el día que jugábamos contra Bilbao, también en enero, también tras haberse recuperado el equipo de un brote de covid. Facebook me recuerda que, hace un año, tuve una cita con Kim Bassinger. Se me humedecen los ojos. También me recuerda que esa noche bailé el Moonwalk en Rodrigo de Padrón, pero esa es otra historia. Hoy madrugué. El grajo volaba bajo.

Llegué a Sar poco después de las cinco. El equipo calentaba rutinariamente. Moncho dice que todos los partidos valen lo mismo, la influencia de Fran Camba es alargada. Es cierto pero no toda la verdad: ganando, empatábamos en la clasificación; perdiendo se alejaban a dos victorias más el average. Recordé lo que un tipo más sabio que yo me dijo una vez: «A veces te comes al oso y otras el oso te come a ti».

¿La cita? Si quieres que funcione hay que cuidar los detalles. Cerrar el rebote, evitar las pérdidas de balón, dominar el tiempo y el espacio. Detalles, pero lo que cuenta es meter.

El Obradoiro lo hacía a ratos, Bilbao siempre: 27 puntos en diez minutos, 53 al descanso. Withey desquiciaba a Birutis, Birutis a Moncho y Gloudelock a todos. 74-79.

Había que mejorar la defensa, meterlo todo y, a ser posible, ambas cosas. Se mejoró la defensa pero ahora faltaban piernas delante. Con 91-94 y posesión para empatar, Braydon Hobbs se vio tan solo que no se lo terminó de creer.

Me pasé por el Nariño al terminar el partido. En la esquina de la barra estaba aquel hombre con su sombrero de cowboy y su inconfundible bigote. «¿Cómo te va, Notas? ¿Cómo han ido las cosas?», me preguntó. «Unas bolas se aciertan y otras se pierden». Ya te entiendo. Tómatelo con calma, sé que lo harás. De fondo, Townes Van Zandt mejoraba a los Rolling: «Take me down little Susie, take me down…»