El entrenador del Obradoiro subraya que la situación vivida por el covid-19 es muy distinta a la de hace un año
15 ene 2022 . Actualizado a las 21:21 h.A Moncho Fernández, como a cualquier obradoirista, le dolía la derrota en un partido feo que, pese a todos los pesares, pudo haber acabado con una victoria local que hubiese significado un gran paso más hacia la permanencia. En cualquier caso, y como es norma en el Alquimista de Pontepedriña, evitó las excusas y diseccionó la contienda con frialdad y precisión quirúrgica.
El técnico santiagués no puso paños calientes al mal día del equipo en la retaguardia: «Si viéramos el partido como la derrota en un vaso de agua, creo que lo hemos llenado durante todo el encuentro con nuestra defensa. Ha sido muy mala, con muchos errores de uno contra uno en los dos primeros cuartos, con muchos errores tácticos en el tercero y el cuarto. Pese a ello, nuestro acierto ofensivo y nuestro rebote ofensivo nos ha permitido estar en el partido e incluso ponernos por delante. Y cuando nos pusimos por delante, la gota que ha colmado el vaso ha sido la contraria, han sido nuestros errores ofensivos. Hemos fallado un tiro libre, hemos fallado una bandeja, hemos tenido dos pérdidas y un triple también solos, que podría haber significado el avanzar. De todas formas, aunque se nos queda en la retina esa gota ofensiva final, creo que el gran problema ha sido la defensa, que ha sido muy mala todo el partido».
El entrenador evitó achacar el flojo rendimiento atrás a llevar casi un mes sin jugar: «El mejor momento defensivo coincide con el último cuarto, cuando en teoría deberíamos estar más cansados. Creo que no es el motivo la inactividad».
Y sobre los errores en ataque en los minutos finales indicó: «Seguro que no existe una sola respuesta. Son dos acciones de ventaja a un metro de la pintura, tienes un tiro libre, tienes un triple con los pies parados... Luego en la última acción, en la que podíamos haber tirado, tienes la pérdida. No sé cuál es el motivo. Seguro que se juntan muchos factores».
Tampoco quiso vincular la derrota a los contagios por el coronavirus que se han ido sumando a lo largo de las últimas semanas: «Inevitablemente, la incertidumbre no es algo bueno. Pero también es cierto que, pese a tener covid, como hemos tenido en muchos miembros del equipo y de forma alterna, quitando a lo mejor un par de días en estos veintitrés, siempre hemos sido diez jugadores. Hemos podido seguir trabajando, incluso los enfermos, muchos de ellos asintomáticos, han podido trabajar en casa». Es más, apuntó que la situación vivida este año no se parece «absolutamente en nada» a la del año pasado.