El Obra se duerme en el descanso

Ignacio Javier Calvo Ríos
NASO CALVO SANTIAGO / LA VOZ

ANDAR MIUDIÑO

LOF

El equipo que prepara Moncho Fernández llegó a disfrutar de una ventaja de once puntos en la primera parte, pero se apagó en los dos últimos cuartos

23 dic 2021 . Actualizado a las 23:38 h.

El Obradoiro, que en el primer tiempo llegó a disfrutar de una ventaja de once puntos, cayó derrotado en la pista del Valencia Basket (91-71) tras un pésimo segundo período. Los gallegos se durmieron en el descanso y ya no fueron capaces de volver al encuentro, alcanzando los levantinos una máxima ventaja de 22 puntos después de tres triples consecutivos de Prepelic, que sentenció el duelo en 72 segundos.

Moncho Fernández arrancó el partido con el quinteto formado por Hobbs, Robertson, Ellenson, Scrubb y Birutis. La primera canasta la anotó el Valencia, pero un parcial de 0-5, con un triple de Hobbs y dos tiros libres de Robertson, le dieron la primera renta al colectivo gallego. Respondió de inmediato el cinco local, pero el Obra puso sobre la pista todo su talento, con un buen porcentaje en el tiro exterior que golpeó con dureza al equipo de Joan Peñarroya.

El quinteto compostelano, con un ritmo muy alto de anotación en los primeros compases de la contienda, alcanzó un parcial de 2-14, pese a los errores en el tiro libre del pívot Birutis. El Obra se fue en cuatro minutos a once de ventaja (8-19). Con un buen repertorio en el triple (4 de 5 en el primer cuarto), los de la capital gallega dominaron a un Valencia medio tocado, lo que obligó al técnico de casa a pedir un tiempo muerto para frenar el repertorio visitante. Hobbs y Robertson, el mejor de los gallegos en este primer acto, castigaron con tres triples al cuadro levantino. Nueva reacción del Valencia con un parcial de 7-0, cerrándose el primer cuarto con dos lanzamientos desde la distancia de Robertson y López-Aróstegui (18-24).

El segundo cuarto se inició con un triple de Álvaro Muñoz, que puso la distancia en nueve puntos (18-27). Poco después, Birutis desaprovechó un tiro adicional, pero devolvió la distancia a los once (20-31). Entró en juego Rivero por parte local, que en tres acciones le robó la cartera a Birutis y redujo las distancias (24-31).

Zurbriggen también se sumó a la fiesta del triple, momento en el que el Valencia Basket recuperó parte de su magia con un parcial de 6-1 (del 24-34 al 30-35). Scrubb puso de nuevo las cosas en su sitio.

Tras el descanso fue un infierno. El tercer cuarto empezó con el mismo quinteto inicial del Obra y con muy buenas sensaciones, tras una canasta de Hobbs y un triple de Scrubb, que situó la renta en once (32-43). Fue un espejismo. Apareció Prepelic y cambió la decoración del partido. Anotó siete puntos consecutivos en poco más de un minuto (39-43).

Scrubb firmó un nuevo triple, pero el Obradoiro perdió el orden y la diferencia fue reduciéndose poco a poco. Los de Moncho Fernández, que no tuvieron el acierto de los dos primeros cuartos en el triple, perdieron intensidad en defensa ante un Valencia más inspirado y con mayores recursos. Tobey y Rivero presionaron con un parcial de 10-0 y el Valencia Basket se puso el traje de sus mejores galas para dominar en el marcador.

El Obra empezó a sufrir. Lo pasó muy mal en este cuarto. Perdió la magia. Desapareció el talento. El Valencia apretó y el quinteto gallego se arrugó. En este tercer cuarto, el conjunto compostelano se quedó en 13 puntos, por los 27 del adversario, que lo puso todo de su lado para el arranque del cuarto y definitivo acto (59-51).

El Obra no fue capaz de reaccionar. Ni siquiera con el triple de Ellenson. El Valencia Basket no bajó el ritmo, siguió apretando e imponiendo su criterio. Dubljevic, con 16 puntos en su cuenta, incrementó con un triple la ventaja de su equipo a 14 con un 70-56.

El Obradoiro, totalmente desdibujado, acusó el cansancio. Fue un espejismo del equipo del primer tiempo, un espejismo del conjunto que firmó la épica victoria frente al Burgos hace muy pocos días.

Ya con el rival tocado, el Valencia jugó a placer, disfrutó de su poderío y de un Obra muy apagado y apático. Prepelic fue letal y sentenció el duelo en tan solo 72 segundos. Anotó tres triples consecutivos y subió al luminoso la máxima renta de su equipo (22 puntos). El Valencia se fue sin oposición (83-61).

El Obradoiro se durmió en el descanso y ya fue incapaz de abrir los ojos. En el segundo tiempo estuvo totalmente ciego ante el aro contrario. La vuelta de Peñarroya al banquillo levantino dio alas al equipo. La Fonteta sigue siendo una cancha maldita para el colectivo compostelano, que empezó muy bien y acabó muy mal.