Las pruebas médicas descartan daños en la articulación del ala pívot del Obradoiro, pero cada vez que intenta forzar nota dolor
27 nov 2021 . Actualizado a las 22:00 h.La primera plantilla del Monbus Obradoiro disfruta de un fin de semana de descanso aprovechando el parón de la Liga Endesa motivado por los partidos de las selecciones en la primera de las ventanas FIBA de este curso.
El lunes toca vuelta al trabajo con la vista puesta en el desplazamiento a Andorra. Y la gran preocupación es Álex Suárez, que no termina de recuperarse del esguince de tobillo que le ha impedido participar en las cuatro últimas contiendas.
Las pruebas médicas que le han realizado constatan que no hay daños en la articulación. Y estaba previsto que, a lo largo de esta semana que termina, fuese incrementando progresivamente la carga de trabajo. El dolor le obligó a frenar. Está, por lo tanto, a expensas de que las molestias le permitan ejercitarse al mismo ritmo que sus compañeros.
De cara al encuentro del sábado en Andorra mantiene el cartel de duda Laurynas Beliauskas, que se recupera de una rotura fibrilar en el cuádriceps por una contusión.
El escolta se perdió los encuentros ante el Bilbao y el Zaragoza y el tiempo estimado para la vuelta a las canchas era de unas tres semana. La evolución es positiva, pero con las lesiones musculares conviene no asumir riesgos porque son muy traicioneras.
A quien mejor le ha venido el parón FIBA es a Hobss, que ha podido ejercitarse sin necesidad de forzar el tobillo.
Moncho Fernández empezará a preparar el choque de Andorra sin sus cuatro internacionales. El miércoles espera contar ya con Filipovity y Laurynas Birutis, mientras que Thomas Scrubb y Robertson viajarán el martes desde la República Dominicana a Madrid y continuarán hasta Compostela. Trabajarán con sus compañeros del Obra el jueves y se desplazarán al día siguiente hasta Andorra.