—Confiese, ninguna otra corea su nombre de una manera tan especial.
—¡Qué Sar entero coree tu nombre pone los pelos de punta! Sentir que el pabellón está contigo es muy bonito. Hace poco estuve en Santiago y me sorprende el cariño que sigo recibiendo, porque ya ha pasado tiempo. Estoy muy orgulloso por cómo me recuerdan y me tratan.
—Pues no sé si es de lágrima fácil, pero vaya preparándose...
—Sí, las emociones van a estar ahí. Me siento uno más. Estoy muy agradecido a todo el mundo por lo que me está llegando.