El Obradoiro se prepara para recibir a un Fuenlabrada camaleónico

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

ANDAR MIUDIÑO

XOAN A. SOLER

Moncho Fernández advierte de que el rival trata de confundir con sus defensas

01 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El Monbus Obradoiro ultima detalles para recibir este sábado en Sar al Fuenlabrada. Los dos equipos presentan el mismo balance, una victoria y dos derrotas. Y el visitante Eyenga advierte de que el conjunto madrileño podría haber hecho pleno de triunfos: «Creo que podríamos tener tres victorias ya, lo digo en serio, porque estamos jugando bien. El partido contra el Gran Canaria pudimos ganarlo (se resolvió en la prórroga), en el encuentro del Baskonia al final se nos escaparon. Estamos compitiendo bien, no lo digo por chulería, sino porque de verdad pienso que estamos compitiendo muy bien».

Es una sensación que comparte Moncho Fernández y que atribuye, en buena medida, a que el colectivo de Izquierdo mantiene a nueve jugadores del pasado curso y ha incorporado solo tres caras nuevas. En ese contexto, es más fácil el acoplamiento.

Advierte de que el Fuenlabrada trata de confundir al rival con su repertorio en la retaguardia, con mención especial para las disposiciones zonales, la match up y las zonas mutantes, en las que puede mezclar diferentes tipos de zona en la misma jugada, o cambiar de zona a individual o viceversa.

En ataque es un equipo al que le gusta correr, «peligroso desde el segundo uno de la posesión». Se siente a gusto imprimiendo un alto ritmo de juego. Llama la atención sobre los pívots, que tanto pueden hacer daño en el tiro de tres como en el poste bajo. Y, en líneas generales, es un equipo que trata de sacar mucho provecho a las acciones de uno contra uno.

Como siempre, Moncho Fernández rehuyó de la expresión «un partido de nuestra liga», por aquello de que se enfrentan dos de los presupuestos más modestos. Precisó que todos los rivales juegan en la Liga Endesa y que se puede ganar o perder con cualquiera. Recordó el buen papel de los dos equipos gallegos el fin de semana, que plantaron batalla a domicilio ante los dos grandes, el Madrid y el Barça.