Aguantó el toma y daca en un partido igualado hasta el último minuto
11 sep 2021 . Actualizado a las 00:12 h.Albert Oliver y Darío Brizuela representaron al Monbus Obradoiro y al Unicaja de Málaga en la gala de presentación de la Liga Endesa. Allí hablaron sobre el amistoso que les esperaba en Vilagarcía, solo una semana antes de que ambos equipos vuelvan a verse las caras pero ya en competición oficial. Se les preguntó qué cabía esperar del choque amistoso. «Seguramente todos esconderemos cosas», comentó el base, mientras que el escolta apuntó que esa era una cuestión que debía ser trasladada al entrenador, Katsikaris.
Lo cierto es que ambos técnicos arrancaron con cincos que bien podrían repetir en la jornada inaugural de la Liga Endesa. Pero a partir de ahí multiplicaron las rotaciones. Con seguridad, la distribución de minutos será distinta en el Martín Carpena dentro de ocho días. Y al Obradoiro se le notó la semana de trabajo sin ausencias. Hobbs parece que va dejando atrás las molestias en el tobillo. Ellenson, en cambio, fue inesperadamente uno de los más flojos.
El colectivo de Moncho Fernández empezó con un preocupante descontrol en las pérdidas de balón: tres en poco más de dos minutos. Pero consiguió frenar esa sangría para entrar en una fase de toma y daca ante un rival que ha metido músculo en la pintura con Michael Eric, electricidad en la dirección de juego con Cole, y polivalencia con Jonathan Barreiro. Y mantiene uno de los mejores perímetros de la ACB.
Fueron los exteriores los que dieron el primer estirón andaluz. Especialmente Jaime Fernández, autor de ocho puntos en un visto y no visto para poner en el marcador un 18-23 que obligó al Alquimista de Pontepedriña a pedir tiempo muerto.
Esa diferencia se mantuvo hasta el final del primer cuarto, 20-25, con un Obradoiro que no terminaba de cogerle el pulso al juego en defensa.
Cambió la decoración en el segundo acto. Cerró bien el rebote, tapó vías de paso hacia el aro y consiguió que bajasen los porcentajes de tiro del Málaga.
En ataque emergió la figura de Beliauskas, tanto anotando como generando. Y se fueron sumando todos los compañeros en un partido muy coral. Al descanso el Obradoiro le había dado la vuelta a la tortilla: 45-40.
Volvió con energía de los vestuarios. Tanto que dispuso hasta cuatro opciones en su primer ataque, para acabar anotando un triple de Scrubb. Katsikaris pidió tiempo.
Brizuela también había dicho en Madrid que él solo piensa en ganar el partido cuando sale a la cancha, independientemente de los condicionantes que lo envuelvan. Lo demostró en Fontecarmoa tomando el relevo de Jaime Fernández, con otros siete puntos seguidos. Con eso y cerrando mejor el rebote, el Málaga se acercó a uno y Moncho Fernández pidió tiempo. Francis Alonso y de nuevo Jaime Fernández tomaron el relevo y el tercer cuarto acabó con un ajustado 64-65.
El Obradoiro dio un pequeño estirón en el último cuarto, culminado por un triple de Oliver para poner el 76-71 y obligar a Katsikaris a parar el partido. El griego encontró soluciones dándole una vuelta de tuerca a la defensa. Y Francis Alonso se soltó en ataque.
El Málaga golpeó inmisericorde desde la larga distancia para llevarse un partido que se decidió en el último minuto.
Ficha técnica
Obradoiro 82: Hobbs (7), Robertson (13), Scrubb (12), Ellenson (3) y Birutis (13) -cinco inicial-. Okouo (7), Zurbriggen (6), Oliver (5), Beliauskas (7), Álvaro Muñoz (3), Filipovity (6) y Álex Suárez.
Málaga 89: Norris Cole (13), Brizuela (15), Bouteille (3), Barreiro (5) y Eric (5) -cinco inicial-. Jaime Fernández (17), Alberto Díaz (3), Francis Alonso (18), Abromaitis (2), Rubén Guerrero, Nzosa (4) y Vicedo (3).
Parciales en cada cuarto: 20-25, 25-15, 19-25 y 18-24.
Árbitros: Miguel Ángel Pérez, Esperanza Mendoza y David Sánchez.