El pívot y el alero mostraron sus mejores cualidades en Lisboa
06 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.A la espera de que Hobbs supere sus molestias en el tobillo y pueda ofrecer un rendimiento más acorde con las expectativas que acompañaron su fichaje, el resto de las incorporaciones mostraron en Lisboa detalles de lo que se va a encontrar la afición en Sar.
Henry Ellenson confirmó que es un jugador de frac, elegante en sus movimientos, con muchos recursos en ataque. Cuando arma el tiro de larga distancia o cuando echa el balón al suelo, en el manejo del bote, es un fino estilista. En la retaguardia fue de menos a más en el torneo, si bien es en ese frente en el que se le adivina mayor margen de mejora.
Otro jugador que va a entrar por el ojo de la afición es Thomas Scrubb. Cambia el frac por el mono de trabajo, pero pertenece a esa estirpe de los que preguntan: ¿qué hay que hacer para ganar? Lo mismo puede ayudar en el rebote que multiplicar las ayudas en defensa u ofrecerse en ataque, tanto para tirar desde detrás del arco como para moverse en el poste medio o en el bajo. No brilla, pero suma.
La merma física de Hobbs ha propiciado que Zurbriggen se encontrase con más minutos de los que le hubiesen correspondido en otro contexto. El argentino no se arruga, aunque a veces le puede la aceleración y le penalizan las pérdidas de balón. No obstante, ofreció un buen rendimiento y no rehúye el aro.
Víctor Pérez tiene trabajo por delante con Okouo y Filipovity. A ambos les costó más encontrar su espacio en el equipo.
Okouo ofreció mejores prestaciones ante el Betis que en los partidos anteriores. Pero deja la impresión de que puede sacar muchos más réditos de su envergadura y su potencial físico, tanto en defensa como en ataque. Con algo más de contundencia crecerá exponencialmente.
Filipovity es un jugador que no escatima la entrega y desborda energía. Está llamado a tener más protagonismo en el equipo, por su movilidad y por su buena mano para hacer daño en la larga distancia.