El Obradoiro canta el Miudiño más deseado

Ignacio Javier Calvo Ríos
NASO CALVO SANTIAGO / LA VOZ

ANDAR MIUDIÑO

XOAN A. SOLER

La grada impulsó y aplaudió a sus jugadores, disfrutó y se emocionó

19 may 2021 . Actualizado a las 23:24 h.

Sar, aunque con muchas butacas vacías por el protocolo sanitario, volvió a disfrutar del auténtico baloncesto. Las gradas contaron de nuevo con público, precisamente ante el enemigo más íntimo del Obradoiro, el rival más odiado, tanto en la cancha como en los despachos. Y también, por supuesto, en los juzgados. Volvió a cantarse el Miudiño en Sar.

La última jornada en la capital gallega siempre fue de celebración, porque año tras año el equipo logra sus objetivos, la salvación, el título de la permanencia. También fue cada temporada una cita para las despedidas. Cada curso, los jugadores con más talento y los más brillantes casi siempre dijeron adiós. Sin embargo, en este mes de mayo los focos estaban dirigidos hacia una persona en particular: Moncho Fernández.

Se viene hablando largo y tendido de la posible marcha del técnico compostelano. La afición lo sabe, pero le quiere en el banquillo de Sar. Por eso, el público que despidió al equipo pidió para el de Pontepedriña el MVP. Los gritos de ¡Moncho, quédate! fueron ensordecedores, una y otra vez. El mensaje le quedó muy claro al técnico. El idilio con la grada es, ahora más que nunca, una realidad.

Al final, en esta jornada tan especial, el Obra no pudo dedicarle la victoria a su parroquia. Y eso que parecía un partido sencillo, pues durante muchos minutos la diferencia en el marcador fue clara para los de casa. Sin embargo, en el último kilómetro del tercer cuarto, el Murcia cobró una ligera ventaja y ya le puso las cosas muy difíciles al cuadro gallego.

El triunfo frente al Murcia siempre se celebra con gran ilusión. La historia quiere ser cada vez más justa con el Obradoiro. Vencer a este rival tiene valor doble. Pese a todo, en esta ocasión no pudo ser. Sar gritó, cantó, presionó y empujó con mucha energía. Sar chilló, intimidó, asustó, aplaudió, elogió, se emocionó y por momentos disfrutó. El sexto jugador no falló, impulsó y estimuló a los suyos, pero en esta ocasión no pudo darle la vuelta a un partido que se fue a la prórroga. Sar se quedó con las ganas de celebrar la última victoria de esta atípica temporada.

«Nos sentimos orgullosos»

El capitán Pepe Pozas, ausente por lesión, resumió el difícil curso en muy pocas palabras. «Fue un año complicado, muy difícil, pero en el que nunca nos hemos visto solos. Espero que os sintáis orgullosos de todos estos jugadores que vistieron la camiseta del Obradoiro, como nosotros nos sentimos orgullosos por representar a este club y a esta ciudad. Hablo en nombre de todo el equipo. Nos volveremos a ver el año que viene».