Un velero contra un portaviones

Manuel García Reigosa
m. g. reigosa SANTIAGO / LA VOZ

ANDAR MIUDIÑO

xoan a. soler

El coste de la plantilla del Obra es de algo más de dos millones, solo Mirotic cobra el doble y los salarios brutos de Higgins, Davies o Calathes superan ese umbral

06 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

En el deporte cobra vigencia la expresión de que más vale maña que fuerza porque, de lo contrario, el Monbus Obradoiro no tendría nada que hacer esta noche a partir de las 21 horas en el Palau Blaugrana frente al Barcelona (Movistar TV, MD). De hecho, se han enfrentado en 22 ocasiones y el conjunto santiagués solo ha sido capaz de ganar dos partidos en casa y uno en la ciudad condal. Es siempre un duelo desigual, entre un velero y un portaviones, pero más todavía este curso, en el que el club catalán ha echado el resto para asaltar la Euroliga.

El coste de la plantilla santiaguesa esta temporada se va algo por encima de los dos millones de euros. Solo un jugador del Barcelona entrarían en el rango salarial compostelano: Pau Gasol. Y eso es así por una excepcionalidad, ya que el pívot firmó por el mínimo después de dos años en el dique seco, con la intención de recuperar el tono físico y el estado de forma para llegar en las mejores condiciones posibles a los juegos olímpicos de Tokio. Visto su rendimiento en las últimas jornadas en la Liga Endesa o el que ofreció en el quinto partido de la Euroliga ante el Zenit, va por buen camino. Y en todo caso, una cosa es lo que cobra como jugador y otra por ser embajador de la entidad azulgrana.

Uno de los jugadores que menos cobra en la plantilla que tiene a sus órdenes Jasikevicius es Artem Pustovyi. El pívot ucraniano estaba en algo más de 100.000 euros cuando se fue del Obradoiro y este curso multiplicará por seis aquellos emolumentos.

El jugador más caro del Barça es Mirotic. Su salario neto duplica lo que le cuesta toda la plantilla al Obra. Y nombres propios como los de Brandon Davies, Nick Calathes o Higgins superan, cada uno de ellos, el umbral de los dos millones brutos.

Este es el Barça que se encontrará el Monbus Obradoiro esta noche, un equipo con las baterías anímicas recargadas tras apear al Zenit en el play off de la Euroliga y lograr la clasificación para la fase final después de siete años ausente.

Antes de conocer el resultado, la preguntaron a Moncho Fernández si prefería a un rival deprimido, en caso de quedar apeado de la competición continental, o lanzado, como va a ser el caso. El Alquimista de Pontepedriña, como tantas veces, huyó de las especulaciones para precisar que, de una manera u otra, es un «superequipo».

Así lo acreditan los números en la Liga Endesa. Es segundo en valoración; cuarto en anotación; tercero en rebotes; tercero en asistencias; el cuarto que menos balones pierde; cuarto en recuperaciones; el que acredita mejor porcentaje en el tiro de tres y segundo en el de dos; el tercero que más veces acude a la línea de tiros libres y el cuarto que más faltas recibe. Brilla en todas las facetas, no se la adivinan puntos débiles.

En el apartado de las estadísticas individuales sobresale la presencia de Adam Hanga y Nikola Mirotic como los dos jugadores con mejor porcentaje de acierto en el tiro de tres, los dos únicos que convierten más de la mitad de sus lanzamientos desde detrás del arco.

Este Barça es el más caro de la historia. Y del potencial de la plantilla también da idea el hecho de que haya tres jugadores con las fichas desactivadas. En la última jornada eran las de Pustovyi, Brandon Davies y Cory Higgins. Hasta las 14 horas Jasikevicius puede hacer cambios y lo más probable es que opte por algún movimiento, para administrar fuerzas después del desgaste de la eliminatoria ante el Zenit.